Washington. La Casa Blanca ha reforzado su equipo legal ante las nuevas revelaciones de la trama rusa, que implican directamente al hijo mayor del presidente estadounidense, Donald Trump, y que los demócratas van a usar para llevar la investigación a un nuevo nivel.
Unos correos electrónicos han revelado que Donald Trump Jr. se reunió en junio de 2016 con una abogada rusa de la que esperaba obtener información para dañar a Hillary Clinton y, “por primera vez”, los ciudadanos tienen una “evidencia clara” de una posible coordinación entre el Kremlin y la campaña del magnate, según afirmó hoy el senador demócrata Mark Warner.
A la vista de que la investigación de la supuesta injerencia rusa en las elecciones de noviembre pasado y sobre si hubo una alianza directa entre el equipo de Trump y Moscú se prolongue durante mucho tiempo, la Casa Blanca anunció el sábado el nombramiento de Ty Cobb como abogado especial del mandatario.
Cobb, un veterano abogado de Washington, exfiscal federal y con experiencia en investigaciones del Congreso, supervisará la respuesta legal y mediática de la Casa Blanca ante la trama rusa.
Además, este fin de semana también se ha sabido que la campaña de Trump, ahora centrada en los esfuerzos para la reelección del magnate en 2020, pagó 50.000 dólares a la firma de un abogado que representa a Trump Jr. casi dos semanas antes de la publicación de los correos sobre el encuentro con la abogada rusa.
Warner, el demócrata de mayor rango del Comité de Inteligencia del Senado, comentó hoy en varias entrevistas televisivas que todas estas últimas revelaciones sobre Trump Jr. llevan la investigación en marcha “a otro nivel”.
El senador sostuvo, además, que es “un poco increíble” que ni Trump Jr. ni Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, informaran al magnate de la reunión con la abogada rusa a la que ambos asistieron.
En la misma línea, el legislador demócrata Adam Schiff, que lidera una investigación paralela en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo en la cadena ABC que no se puede confiar en las explicaciones de Trump Jr. ni del propio presidente al respecto.
“No podemos aceptar nada de lo que dice Don Jr. y, por supuesto, tampoco podemos aceptar mucho de lo que dice al respecto el presidente”, advirtió Schiff.
El primogénito de Trump ha ofrecido diferentes versiones del motivo de la reunión con la abogada rusa e incluso de cuántas personas estuvieron presentes desde que el diario The New York Times informó por primera vez de ella hace ocho días.
Por su parte, Trump ha defendido a capa y espada a su hijo, y hoy lo volvió a hacer en una serie de tuits enviados a primera hora del día.
“¿Hillary Clinton puede obtener ilegalmente las preguntas del debate y borrar 33.000 correos electrónicos, pero mi hijo Don está siendo despreciado por los medios de comunicación falsos?”, cuestionó Trump.
El sábado Trump ya criticó en Twitter las últimas informaciones sobre la coordinación entre su círculo más próximo y Moscú para perjudicar presuntamente a Clinton durante la campaña electoral, calificándolas de “bulo”.
El presidente también reiteró hoy sus ataques a los medios de comunicación en sus tuits y los acusó de estar “distorsionando la democracia” con sus informaciones sobre la trama rusa.
Además, Trump cargó contra una encuesta de la cadena ABC y el diario The Washington Post sobre su popularidad divulgada hoy, y subrayó que, durante la campaña, ese mismo sondeo fue “casi el más impreciso” de todos.
Esa encuesta otorga a Trump una aprobación actual de apenas 36 %, la más baja en casi 70 años comparada con el apoyo que obtuvieron presidentes anteriores en sus primeros seis meses de mandato. Mientras, la Casa Blanca trata de mirar hacia adelante y, desde la residencia de su propiedad en Bedminster (Nueva Jersey) donde Trump pasa el fin de semana, una de sus portavoces, Helen Aguirre Ferré, adelantó a los periodistas que el presidente dedicará esta semana a promover la etiqueta “Made in America”.