Miami.- Donald Trump obtuvo hoy una resonante victoria en las cruciales primarias republicanas de Florida y obligó así a Marco Rubio a abandonar la carrera a la Presidencia de Estados Unidos, mientras en el bando demócrata Hillary Clinton vapuleó a Bernie Sanders.
Los pronósticos de las encuestas se cumplieron y el senador Rubio, de origen cubano, perdió en su propio estado frente al polémico empresario Trump, lo que le dejó muy rezagado en la carrera por la candidatura presidencial republicana.
Por ese motivo anunció que renuncia a su sueño de ser presidente de Estados Unidos, “quizás para siempre». Según el escrutinio oficial, que avanzó a gran velocidad, Trump superó a Rubio por más de 15 puntos, un 45,7 % de votos frente a 21,7 %, con el 90 % de los votos escrutados.
Por detrás se situaron los otros dos aspirantes republicanos, Ted Cruz y John Kasich. El propio Rubio reconoció su derrota con una felicitación a Trump por su triunfo, lo que fue recibido con abucheos por sus seguidores congregados en el atrio de la Universidad Internacional de Florida (FIU). “A pesar de una cantidad récord gastada en anuncios negativos y falsos, he logrado una gran victoria en Florida”, dijo, por su parte, el magnate en su cuenta de Twitter nada más conocer los resultados electorales.
Trump, que con su victoria sumará 99 delegados a su cuenta para la convención del Partido Republicano que elegirá al candidato a la Casa Blanca, tiene previsto celebrar esta noche los resultados en un acto en Palm Beach, donde posee una lujosa mansión. Muy cerca de allí, en West Palm Beach, Hillary Clinton, la ex secretaria de Estado, celebró su victoria y manifestó que está cada día más cerca de lograr la nominación y la Presidencia de EE.UU. “Con su voto han contribuido a que este país sea mejor mañana de lo que era ayer”, señaló ante una multitud que mostraba su contento con aplausos, gritos y agitando banderas.
Clinton sacó unos treinta puntos porcentuales de ventaja en Florida al otro aspirante demócrata, el senador socialista Bernie Sanders. “Esto es grande. Acabamos de ganar Florida”, fue la primera reacción de Clinton, publicada en Twitter.
Rubio, de origen cubano, en estas elecciones ha representado al aparato del Partido Republicano frente a las posiciones de Trump y Cruz que reniegan de la clase política de Washington. Aunque esta mañana dijo que su plan era “estar en Utah mañana haciendo campaña”, Rubio, en un discurso plagado de referencias a sus padres, que emigraron a EE.UU. por motivos económicos, se despidió de los que le acompañaron en su intento de ser el candidato republicano en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
En el camino hacia la Convención Nacional del partido logró solo tres victorias en las primarias (Minesota, Puerto Rico y Washington DC) y 151 delegados, cuando se precisan 1.237 para ser nominado candidato republicano automáticamente.
En opinión de Rubio, el país necesita un Partido Republicano “fuerte” porque si no, las “cosas que van mal en el país se van a hacer permanentes”, pero no por eso, consideró, hay que hacer política basada en la ira y las frustraciones de los votantes, en referencia a Trump. “No cedamos al miedo. No cedamos a la frustración”, dijo el senador ante sus seguidores que se congregaron en el atrio de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
El político de 44 años señaló que, si bien este año puede que no sea el apropiado para un “mensaje esperanzador” sobre el futuro, sigue siendo “optimista». El senador por Florida destacó que el país vive un “tsunami político”, como reflejan los resultados en las primarias, por lo que pidió una refundación del Partido Republicano.
Las elecciones primarias en Florida son decisivas para la definición del candidato republicano a la Casa Blanca, porque a diferencia de lo que ocurre en otros estados, todos los delegados en juego van al ganador.
En total doce millones de personas estaban inscritas para votar en Florida. De ellas más de 1,2 millones enviaron su sufragio por correo y 869.000 votaron anticipadamente en el plazo previsto para ello, según datos de la División de Elecciones estatal. Florida es uno de los estados en los que la comunidad hispana tiene más peso.
Para estas primarias había 1,7 millones de latinos registrados, el 14,9 % del total del electorado, de los cuales 479.000 se identificaron como republicanos y 678.000 como demócratas.