Tsunami Trump se llevó de encuentro el establishment

Tsunami Trump se llevó de encuentro el establishment

Ha resultado una conmoción mundial el triunfo de Donald Trump, el mismo que insultó a los mexicanos, a las minorías, que amenazó con expulsar a once millones de indomentados, con acusaciones de acoso sexual; frente a una mujer con experiencia de Estado, sin embargo si se examina el actual tejido social de los Estados Unidos y lo acontecido en otros países, como por ejemplo el Brexit, llegamos a la conclusión que ese candidato supo tocar la música que le agradó a las mayorías.
Hace apena meses Donald Trump, muy conocido por sus aventuras inmobiliarias y por el “reality show”, se lanzó a la arena del Partido Republicano, muchos analistas pronosticaron que no llegaría al final de la carrera. Llegó y se llevó de encuentro al menor de la dinastía Bush y a otros catorce competidores entre senadores, exsenadores y gobernadores. Barrió con el establishment Republicano.
La contienda parecía un “clavo pasao” para la candidata Clinton, sin embargo en todo momento Donald Trump se mantuvo en la pelea, sin contar con el apoyo de los líderes republicanos y la mayoría de los medios en contra, y aun cuando las revelaciones de una conversación salpicada de tintes sexuales y machista le hizo perder puntos en las encuestas, el reinicio de la investigación del FBI de los correos del servidor privado de la exsecretaria de Estado, dándolo a conocer públicamente con una carta al Congreso y luego exculpándola en pocos días, parece fue el detonante final de una tendencia que marcaba el triunfo del candidato atípico.
La elección del primer presidente que no ha sido ni concejal (regidor) y que será comandante en jefe de las Fuerzas Armadas sin haber servido como militar, tiene claras explicaciones en los cambios que ha experimentado la sociedad norteamericana y en que el “sueño americano” se ha esfumado para las mayorías en los últimos 30 años.
Entre 1945 y 1970 los Estados Unidos vivieron un periodo de auge y de disminución de la desigualdad, ya para 1975 los ingresos del 1% de los más ricos representaban el 7% del ingreso nacional y en 2007, en la víspera de la mayor crisis financiera de la globalización, ese 1% más rico obtenía el 23% y esa tendencia se ha mantenido llegando en la actualidad al 33%.
La crisis posterior al 2008 dejó sin vivienda a 12 millones de familias, millones perdieron sus empleos y lo peor de todo es que los causantes de la crisis, los expertos financistas con sus novedosos productos, nunca pagaron por sus fechorías. ¿Cuál ejecutivo de Bearn & Stern, de Lehman Brothers, de la AIG, de Freddy Mae, de Ginni Mae y otras entidades fueron a parar a la cárcel?
Donald Trump no es un tonto o un loco, sus asesores supieron diseñar un discurso, y él lo amplificó con sus condiciones histriónicas y su manejo mediático, enamorando así a esa mayoría de norteamericanos desencantados por su situación económica y conquistó a otra parte apelando al discurso xenófobo y a los temores de una población blanca muy pobre de que los inmigrantes, los afroamericanos y otras minorías discriminadas positivamente les estaban llevando la parte del pastel que les correspondía, así como también a ese sector religioso contrario al aborto o al matrimonio gay.
En lo que a República Dominicana corresponde, el triunfo de Trump permitirá la salida del prepotente e injerencista embajador y se van a cerrar los fondos de la USAID para los grupos pro-aborto, pro-matrimonio gay y las ONG que se dedican a difamar el país y hacer campaña con el tema haitiano. Eso se acabó y es la oportunidad de oro para aplicar la Ley de Migración y la 169-14 a los que no se regularizaron.
En cuanto a Donald Trump, pienso que una cosa es el candidato y otra será el Presidente. Esa sociedad cuenta con instituciones y contrabalances, pero es muy posible que estemos asistiendo a una nueva era, a un cambio del orden mundial, a la era Trump. No lo subestimen, lo hicieron y he ahí los resultados.

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