Tumba de Aristóteles

Tumba de Aristóteles

Hace unos días circuló la noticia de que había sido encontrada la tumba de Aristóteles. El gran filósofo, lógico y científico de la Grecia antigua, murió en el año 322 A.C. Las excavaciones en el lugar donde se cree está la tumba de Aristóteles comenzaron en los años sesenta. El arqueólogo Kostas Sismanidis declaró: “no tenemos ninguna evidencia pero sí fuertes indicios que nos llevan casi a la certeza”. Sismanidis dirige las investigaciones desde los años noventa del siglo pasado. Si tomamos en cuenta la rigurosidad de la lógica de Aristóteles, llegaremos a la conclusión de que al más grande discípulo de Platón no le habrían gustado esas declaraciones del arqueólogo.

En 1996 Sismanidis presentó esta idea como una “hipótesis” basada en manuscritos de una biblioteca de Venecia y, además, en una biografía árabe de Aristóteles. Después del fallecimiento del filósofo en el isla de Eubea, sus restos fueron llevados a Estagira, por disposición de sus habitantes, donde construyeron un altar, llamado “Aristotelión”. Alrededor de esa tumba se celebraban fiestas anuales en Macedonia. Esta información fue tema central en Tesalónica, con motivo del Congreso Mundial por los dos mil cuatrocientos años de su nacimiento, que en este momento se celebra en dicha ciudad griega. Se espera que el gobierno griego anuncie, formalmente, el descubrimiento del “Aristotelíon”.
Según parece, la tumba tenía forma de herradura, a pesar de lo cual Aristóteles no tuvo mucha suerte. A la muerte de Alejandro el Grande, tuvo que huir de Atenas para que no le persiguieran y motejaran “personero de la tiranía”, como decimos aquí en las islas antillanas. Aristóteles escribió doscientos tratados; solamente sobrevivieron treinta; al morir Platón, no pudo dirigir la Academia porque no era ciudadano de la “polis”. Aristóteles permaneció 18 años con Platón.
Se le deben tantas cosas al genio Aristóteles que valdría la pena enumerar algunas: la teoría deductiva, el sistema de silogismos que es la lógica tradicional; los conceptos de potencia y acto, las categorías filosóficas para “acceder” al mundo natural. La noción de sustancia es la creación aristotélica más difícil de erradicar de las cabezas occidentales. A través del griego, del latín, este vocablo alcanzó todos los idiomas modernos e invadió millones de cerebros.

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