BAGDAD (AFP).-  El ejército estadounidense anunció ayer que uno de sus helicópteros probablemente fue derribado en Irak y sus dos pilotos murieron, menos de una semana después del fallecimiento de 12 militares en el accidente de otro aparato norteamericano en una tormenta, en el norte del país.

“Dos pilotos murieron cuando su helicóptero, un OH-58D Kiowa, se estrelló cerca de la ciudad de Mossul”, a 370 kilómetros al noreste de Bagdad, anunció un portavoz del ejército estadounidense, el teniente coronel Barry Johnson.

Este anunció que el aparato “participaba en una patrulla junto con otro Kiowa, que suministro la cobertura aérea a las unidades estadounidenses e iraquíes que, tras el accidente, acordonaron la zona”.

“Se encontraron los cadáveres de ambos pilotos”, añadió el oficial al precisar que se abrirá una investigación sobre las causas del accidente. Entre ellas cobra fuerza un posible derribo por “disparos hostiles”, según indicó desde Washington el comandate de las tropas terrestres de la coalición en Irak, el general John Vines.

“Todos los indicios hacen pensar que habría sido alcanzado por disparos hostiles”, declaró Vines.

Con los nuevos decesos son, al menos, 2.213 los militares y civiles estadounidenses muertos en Irak desde la invasión del país, en marzo de 2003, según cifras del Pentágono.

El 7 de enero, 12 estadounidenses —ocho soldados y cuatro civiles— murieron al estrellarse el helicóptero UH-60 Blackhawk en el que viajaban cerca de Tall Afar, al oeste de Mossul, cerca de la frontera con Siria, posiblemente debido a las malas condiciones metereológicas reinantes en la zona.

Irak, por su parte, vivió otra jornada de violencia con 16 heridos en dos  atentados con coches bomba, uno en Baaquba, a 60 kilómetros al norte de Bagdad, y el otro, una acción suicida reivindicada por el grupo terrorista Al Qaida en el ex feudo rebelde de Faluya, al oeste de la capital iraquí.

En el plano político, un religioso del Consejo Supremo de la Revolución Islámica (CSRII), el principal partido chiíta iraquí, solicitó que se respete en la formación de un nuevo gobierno la relación de fuerzas surgida de las legislativas del pasado 15 de diciembre.

Esta toma de posición de un miembro del CSRII, asociado a la lista chiíta presuntamente ganadora de los comicios, contrasta con las peticiones kurdas de formar un gobierno de unión nacional que incluya a todas las fuerzas iraquíes.

Los resultados definitivos de los comicios se conocerán en un plazo de cinco días, tras la publicación de las conclusiones de una misión internacional de expertos sobre el proceso electoral iraquí.