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Según Luis López, el impuesto al valor agregado o ITBIS, es un tributo creado para gravar el consumo interno, pero al aplicarse a los visitantes extranjeros, se convierte en un impuesto a la exportación, lo cual resta competitividad a República Dominicana frente a otras naciones
POR SOILA PANIAGUA
El presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), Luis López, dijo ayer que en el 2006 ese sector aportó a la economía dominicana alrededor de RD$25,000 millones por concepto de cargas impositivas a los cerca de cuatro millones de turistas que visitaron el país.
López habló habló en la apertura de la XXI Exposición Comercial ASONAHORES 2007 que se inició ayer y que concluye el próximo domingo en el centro de convenciones del hotel Dominican Fiesta.
Afirmó que la política cambiaria y fiscal son aspectos de gran relevancia para la sostenibilidad del sector, por lo que abogó porque se tomen medidas que no afectan la competividad del turismo en República Dominicana.
Es muy extendida la percepción errónea de que el turismo no tiene impuesto, pero la verdad es que el turista comienza a pagar tributos desde que se monta en el avión hasta que regresa al aeropuerto de su país de origen. El año pasado el sector aportó más de RD$25,000 millones, y ésta es una cuenta incompleta porque muchos aspectos son casi imposibles de cuantificar, afirmó.
Agregó que la carga impositiva es el componente de costo que más rápidamente sube en la estructura de costos del producto turístico y junto con la sobrevaluación cambiaria constituye la mayor amenaza para la competitividad del sector.
En ese orden, manifestó que para tener una idea de cómo ha aumentado la carga impositiva en el año 2004 el Gobierno recibió 119 dólares por turista, en el 2005 esto aumentó a US$159.00, para un incremento de un 30% y 4% y el año pasado llegó a US$191.00, para un aumento del 20%. En total un incremento del 71% desde el 2004. Para el año en curso ya pasamos de los US$200.00 por turista.
Añadió que las exportaciones de bienes están libres de impuestos, porque los ciudadanos de otras naciones no están obligados a pagar los impuestos que fija la República Dominicana.
Con el producto turístico ocurre lo mismo. Podemos encarecer el producto vía impuestos, pero como existe una gran competencia y docenas de países buscan el mismo cliente que nosotros, el consumidor tiene múltiples opciones y puede escoger otros destinos, indicó.
En otro orden, López resaltó la importancia del Plan Nacional de Competitividad Sistémica, que inició este año el Gobierno en coordinación con el sector privado.
Afirmó que el tipo de cambio y la política fiscal son aspectos sustanciales para la competitividad.
Entendemos, tomando las palabras del Presidente Fernández en la presentación del plan, que trabajar con estas variables es parte del gran desafío que representa llevar a la práctica las acciones que se derivan de dicho Plan, manifestó.
Sostuvo que A SONAHORES, aunque reconoce las complejidades que implica para el Gobierno el manejo de ese tema, mantiene su posición sobre la necesidad de que la política cambiaria tenga como objetivo mantener el tipo de cambio real a niveles competitivos.
Añadió que una ación en ese sentido haría más sustentable la competitividad del producto turístico dominicano en el mercado mundial al igual que los demás rubros de exportación de bienes y servicios.
Reconociendo que es difícil ponerse de acuerdo sobre el manejo del tipo de cambio, entonces debemos abordar la cuestión por el lado de la variable impositiva, para reconocer el turismo como una actividad exportadora y aceptar el principio de aplicación universal de que no se exportan impuestos, dijo el presidente de ASONAHORES.
