Turismo cubano: desafío al crecimiento del dominicano

Turismo cubano: desafío al crecimiento del dominicano

Con seis millones de turistas que llegarían este año al país, se creería que el turismo se ha consolidado. Se estimaría que la meta de los diez millones de turistas, a que aspira el presidente Medina, se alcanzarían antes del 2020.
La industria turística ha sentado las bases para un sólido crecimiento, contando para este tiempo con más 70 mil habitaciones hoteleras. Así mismo con un excelente sistema vial que une a la capital con la región oriental, que es la de mayor empuje de atracciones de alojamiento. Además otras vías troncales han sido mejoradas. De nuevo Puerto Plata resurge de su postración de varios años con la entrada en servicio del muelle de Amber Cove en Maimón. Cada semana atracan dos y tres barcos cargados de visitantes que recorren asiduamente las atracciones de la región.
Con la decisión del gobierno de recuperar y rescatar la zona colonial de Santo Domingo, contando con la ayuda internacional, casi ya se le ha cambiado la cara a la capital. Ya se puede disfrutar de esa belleza oculta por siglos que en el XVI era la admiración y disfrute los habitantes de la pequeña ciudad ovandina de ese entonces.
El auge de la restauración de las construcciones coloniales, y las calles reconstruidas con un sabor de antigüedad, ha estimulado a los inversionistas y algunos moradores de la zona a llevar a cabo proyectos en instalación de lugares para el esparcimiento, hoteles, disfrute de una excelente gastronomía, la visita de museos y de la catedral con valiosos tesoros para disfrute de los visitantes. Las noches coloniales es el atractivo para una clase cosmopolita de extranjeros y dominicanos que disfrutan de esos ambientes que para muchos recuerda sus orígenes en el siglo XVI.
El turismo dominicano avanza a toda marcha en el momento que en el horizonte se comienzan a formar nubes desafiantes de la competencia cubana en el mismo negocio. Todavía faltan varios años para ponerse a la par del nivel alcanzado por el dominicano, pero no puede descuidarse. Es una nación que poco a poco se abre al sistema occidental del capitalismo. Es una sociedad con excelentes recursos humanos formados bajo una férrea disciplina y educación de altos niveles. Son capaces y cuentan también en sus genes con el ingenio del caribeño español. No tienen en sus ideales de trabajo el estilo de improvisación medalaganaria de nosotros los dominicanos. Aquí siempre todo se quiere resolver sobre la marcha.
El turismo cubano podría convertirse en un estímulo para que el turismo dominicano no se deje destronar de su sitial en la región caribeña. Además la competencia serviría para mejorar las cosas que todavía constituyen un problema o una retranca para afianzar la calidad turística dominicana. Todavía perduran deficiencias debido a la timidez de las autoridades para no atreverse y decidirse llevar a cabo las inversiones exigidas.
Esas tareas pendientes del gobierno son las que tienen en estado de alerta a ASONAHORES. Esta quería que en el presupuesto de la nación del 2017 se destinaran más recursos para el turismo. Este es el sector que mas divisas aporta a la economía permitiendo una prima controlada. Hay sectores que ya quisieran que la prima se disparara a un techo devastador para los esquemas conservadores de la economía dominicana.
MITUR necesitaba más recursos para el próximo año. La proximidad de la sombra de la competencia cubana no permite que aquí sigamos descuidados y contando tan solo con el síndrome de Tatica como diría Bernardo Vega. Y es que nos refugiamos en el manto de la Virgen para que los problemas en la víspera se resuelvan solos. Hay que ponerle atención urgente a la falta de plantas de tratamiento de aguas potables y cloacales en los resorts para evitar la contaminación de las playas. Proteger las playas de la erosión que amenaza a muchos resorts. Así mismo emprender con seriedad, y persistencia en el tiempo, el mantenimiento, embellecimiento y rescate del entorno del Faro a Colón y del Monumento a Fray Antón de Montesinos. Ambos sumidos a nivel de una pocilga para descrédito de nuestras autoridades y vergüenza para todo los dominicanos.
Todavía la seguridad existe en las áreas turísticas del país, pero como quiera, viendo el auge de la delincuencia local, es necesario precaver. Y más que ya se sienten coletazos de otras mafias como la rusa, francesa e italiana que pululan en algunos resorts. Allí dan señales de ingenio y modernidad que deja muy mal parada a las autoridades locales acostumbradas a combatir el raterismo criollo.

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