Las posibilidades culturales en cualquier país que se visite, suelen depender directamente de su historia y, por suerte, el nuestro cuenta con una muy rica e intensa. El acervo cultural también depende de las políticas de conservación de sus autoridades y, también por fortuna, alguna de las nuestras han demostrado, en diferentes administraciones, interés por el rescate y mantenimiento de su patrimonio.
Y si por historia es, recordemos que en esta isla se ubicó el primer asentamiento europeo en América. Nos referimos a La Isabela, fundada por Colón en su segundo viaje, o aquellas incursiones piratas, como el saqueo de Sir Francis Drake en 1586; o las subastas de esclavos frente a Las Atarazanas.
La primera catedral de América también fue la nuestra, situada en la Plaza Colón de la ciudad capital, así como la primera universidad del continente, Santo Tomás de Aquino, actual Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Conservamos, en un estado muy parecido al original, toda una Zona Colonial, que después de diversas restauraciones y remodelaciones ofrece al visitante la posibilidad de trasladarse a principios del siglo XVI, para pasear por los lugares que lo hizo doña María de Toledo, Hernán Cortés, Francisco de Pizarro, Núñez de Balboa, el mítico capitán Alonso de Ojeda o el propio almirante genovés.
La belleza de la Zona Colonial de Santo Domingo ha inspirado festivales
A todo lo largo y ancho de la República Dominicana existen múltiples ofertas culturales. Iniciemos pues un recorrido por las provincias indicando posibilidades de este interesante tipo de turismo empezando por Santo Domingo, capital de la República que ofrece una amplia gama de posibilidades culturales a sus visitantes: Museo Nacional de Historia y Geografía, Museo del Hombre Dominicano, Museo de Arte Moderno, Museo de las Casas Reales, Museo de las Atarazanas Reales, Museo Casa de Tostado, el Alcázar de Colón.
De hecho, el Ministerio de Cultura ofrece la actividad «La noche larga de los museos» donde se da a conocer la vida en el ambiente cultural de la ciudad, se presentan bailes típicos, música, visitas guiadas, dramatización de personajes de la época caminando por las calles de la Zona Colonial.
Veamos algunas opciones más:
El Faro a Colón ,un museo olvidado dentro de las estadísticas del Estado. Esta imponente obra arquitectónica fue diseñada por el arquitecto J. L. Gleave. Alberga los restos del almirante Cristóbal Colón y mantiene en su interior una exhibición permanente de Las Américas con pabellones informativos de la historia y culturas de nuestro país y otras regiones remotas.
Aunque hay que resaltar que al parecer las autoridades han enterrado este museo que cada día más se pierde entre las hierbas y la humedad.
En otro punto de la Capital, con sus impresionantes manantiales subterráneos, el Parque Nacional Los Tres Ojos, tal cual señalamos en el reportaje «Secretos citadinos» de esta serie, está formado por un conjunto de cavernas con lagos de origen cárstico y de aguas cristalinas. Los lagos se originan por el paso de un río subterráneo llamado Brujuelas, cuyas aguas desembocan en el balneario de Boca Chica.
El Acuario Nacional de la República Dominicana con modernas instalaciones de diseño abierto al aire libre en un hermoso paisaje frente a las aguas del Mar Caribe. En los tiempos de Trujillo era la Embajada de Israel, que luego pasó a ser la casa de verano de los presidentes.
Si nos trasladamos a la parte Este del país, en la provincia La Altagracia, está ubicada la Basílica de Higüey que comprende uno de los monumentos religiosos más respetados del país y uno de los más visitados por los devotos de la virgen de La Altagracia. Bendecida por el papa Juan Pablo II, esta importante iglesia posee una estructura de dimensiones monumentales diseñada en forma de cruz latina. Su entrada está hecha de bronce con un baño de oro de 24 quilates.
En San Pedro de Macorís nos encontramos la Cueva de las Maravillas, una magnífica caverna donde se pueden apreciar diversos pasadizos estratégicamente iluminados para disfrutar una buena cantidad de estalactitas y estalagmitas, así como alrededor de 500 pinturas en las paredes y grabados hechos por los tainos.
En Puerto Plata se encuentra la Fortaleza de San Felipe, localizada en la punta del malecón. Lugar estratégico desde donde se controlaba el acceso de embarcaciones a la bahía de Puerto Plata a una distancia propicia para cañonear navíos intrusos.
Actualmente es un museo donde se exhiben armas de guerra de la época colonial; otra posibilidad cultural en esta provincia es el Museo del Ámbar. Punto de partida para el argumento de Jurasic Park, famosa película que dirigiera Steven Spilberg; y por último, Las Ruinas y Museo de La Isabela lugar donde Colón fundara en 1493 el primer asentamiento del Nuevo Mundo.
En Santiago de los Caballeros, encontramos el Centro Cultural Eduardo León Jiménez uno de los museos más modernos del Caribe. También resulta de sumo interés el monumento a los Héroes de la Restauración, lugar emblemático con vistas panorámicas a toda la ciudad corazón, en cuyo interior se puede revivir la gesta de la Restauración observando escenas que representan diferentes momentos de la guerra.
En Moca, provincia Espaillat se encuentra la Casa Museo de Ramón Cáceres.
En La Vega se halla la iglesia del Santo Cerro, lugar donde se conmemora la batalla entre tainos y españoles, donde según la leyenda, la virgen de Las Mercedes apareció en auxilio de los cristianos provocando la derrota de los indígenas.
En Salcedo, podemos visitar la Casa Museo Hermanas Mirabal, que rescata la memoria de estas tres mujeres, sus vidas, sus pensamientos, los principios e ideales que enarbolaron, así como las actividades de resistencia durante su lucha por la libertad y la justicia.
En Montecristi se puede visitar la prisión-fortaleza del Morro, plaza en la que se basó el gran Alejandro Dumas para crear su famosa novela «El Conde de Montecristo».
Para los amantes del turismo cultural, aparecen a lo largo de todo el país, multitud de ofertas, siendo las que más arriba exponemos tan solo una muestra.