Turismo dominará economía

Turismo dominará economía

POR L. RAMÍREZ
Ante el decrecimiento de los sectores agrícola, industrial y de zonas francas, el turismo seguirá siendo la principal fuente de ingresos de la República Dominicana en los próximos años, según el economista Carlos Despradel.

El autor, quien plantea esas consideraciones en unas reflexiones complementarias de su libro “40 años de economía dominicana”, entiende que el país será cada vez más dependiente del turismo, por lo que se debe evitar el desequilibrio de otros sectores  productivos.

“Se vislumbra que esta será la fuente fundamental de nuestros ingresos de divisas, es decir, nos veremos en la inevitable necesidad de  convertirnos en  una isla turística, con todas las debilidades políticas y la situación de subordinación que esto significa.

“Aunque no es perjudicial que el turismo siga expandiéndose,  debe preocupar que se produzca  un desequilibrio estructural con los sectores claves para el desarrollo,  a parte de que esa dependencia es poco saludable para la estabilidad futura del país”.

Para sustentar sus argumentaciones Despradel explica que en los últimos 40 años la agricultura ha decrecido, sobre todo los productos tradicionales de exportación, por lo cual ha aumentado la dependencia de las importaciones.

Si la falta de atención a la agricultura continúa, los acuerdos de libre comercio tendrán un efecto devastador sobre algunos rubros que todavía sobreviven, precisó.

En cuanto al sector industrial manifestó que muchas de sus áreas  han colapsado por la agresiva competencia  internacional, por lo que algunos empresarios decidieron dedicarse a  las importaciones o a representar franquicias internacionales.

“Los pocos baluartes que quedan tarde o temprano la competencia los sacará del mercado”, plantea al resaltar que se requiere de un cambio de actitud por parte del sector privado, pero aun más del sector público, porque este todavía no entiende que el sustento de los ingresos fiscales es el progreso económico.

DEBILIDADES DE LA ECONOMIA

Para Despradel  la economía dominicana tiene una serie de defectos que impiden su empuje, siendo los más importantes la deficiencia crónica del servicio energético, la tradicional debilidad del sector público, la deforestación y degradación del  medio ambiente, la injusta distribución del ingreso.

Y asimismo, el arraigo de la corrupción como forma acostumbrada de  escalar posiciones económicas y sociales, la deficiencia de los servicios de salud, la débil estructura educativa, y la creciente inseguridad ciudadana.

Pero al margen esas debilidades, el haber estructurado una sociedad de consumo dependiente de  las importaciones, y en la que la valoración del éxito se mide por la capacidad de consumo, es otro gran  problema de la economía dominicana.

“La sociedad dominicana no está haciendo nada para cambiar esa situación, pero tampoco nos  hemos preocupado en identificar  sobre qué base económica vamos a sustentar la sociedad de consumo que hemos creado.

“Es muy preocupante la debilidad mostrada por nuestros sectores productivos (excepto el turismo)  frente a la competencia  extranjera en la conquista de los mercados externos, lo cual parece que se agravara ante la presencia de un mundo cada vez más globalizado, y con la apertura de nuestro mercado domestico a productos importados”.

En ese contexto Despradel entiende que, si el país quiere seguir siendo una sociedad de consumo al estilo norteamericano, tiene que definir con urgencia qué es lo que  va a producir en un mundo globalizado, y  cuáles bienes y servicios va a producir para los mercados de exportación, pues sin producción ni divisas no puede haber consumo.

Las Zonas Francas…por la misma vía

Despradel entiende que las zonas francas, comunes en países en vías de desarrollo donde hay abundante mano de obra desempleada, y se pueden ofrecer salarios inferiores a las naciones ricas, están ahora prácticamente estancadas.

Al destacar que ya no cuentan con la mayoría de las ventajas comparativas que tenían en la década de 1980, con respecto a las existentes en otros países de la región, sugirió que sean reestructuradas.

“Se requiere un cambio radical de rumbo, porque de lo contrario otras naciones nos sacaran de competencia”.

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