Turismo ecológico se vio muy afectado en Semana Santa

Turismo ecológico se vio muy afectado en Semana Santa

Los balnearios de ríos y otros lugares ecoturísticos del Cibao, utilizados masivamente por visitantes durante Semana Santa y fines de semanas, en esta ocasión fueron afectados por la fuerte sequía que desde enero se estaciona en el territorio nacional.

Aunque durante el fin de semana se produjeron lluvias en algunos lugares, no fueron suficientes como para hacer crecer ríos y arroyos como Bao e Inoa, en San José de Las Matas, Jayaco, Fula, Masipedro y Yuna, en Bonao, así como el Haina, en Villa Altagracia.

Aunque el pasado sábado hubo una gran asistencia de personas a estos lugares, ayer domingo disminuyó a tal punto que al mediodía estaban prácticamente vacíos.

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A pesar de que el río Fula bajó con mucha agua el pasado viernes en la tarde, como consecuencias de la sequía ayer su caudal estaba muy disminuido y los empleados del complejo trataban de sacar el sedimento próximo al mediodía.

El Masipedro tenía un caudal muy bajo, por lo que los visitantes contaban con pocos espacios para disfrutar, como en años pasados. Lo que si se mantuvieron activos fueron los agentes de la Policía Nacional, de las Fuerzas Armas en el control de bebidas alcohólicas y armas antes de penetrar a los balnearios.

Caso Sajoma

Hipólito Miguel Estévez, presidente de la Federación de Juntas de Vecinos de San José de Las Matas, perteneciente a Santiago de Los Caballeros, atribuye la merma en los caudales de los ríos del lugar a que además de la sequía no cesa la tumba de árboles para madera de manera indiscriminada.

Señala que a pesar de la existencia del manejo de los bosques a través del Plan Sierra, la falta de vigilancia de las autoridades de Medio Ambiente y Recursos Naturales provoca que se tumben pinos, Caobas y otros árboles que luego son trasladado en camiones cubiertos con lona hasta en horas nocturnas.

Revela que solamente en el proyecto turístico La Mansión, donde existen unas cien villas, fueron tumbados más de cuatro mil pinos previo a la aparición de la pandemia del covid-19.

Cree que las autoridades locales de Medio Ambiente no tienen control de los bosques, por lo que otorgan un permiso para 10 árboles, pero en la realidad se derriban 300 o 500.

“En realidad el municipio no sabe hacia dónde van los pinos, solo vemos cuando los camiones nos pasan por el frente, ahora tapados con lonas, porque existe una campaña de algunas entidades no gubernamentales, en contra de esa práctica”, expresa el dirigente comunitario.

Advierte sobre el peligro de las presas que existen y las que se proyectan en caso de que no se detenga la depredación de los bosques donde nacen las fuentes de agua. Deplora que se pretenda construir la presa de la Placeta, en Mata Grande, ya que afectaría los ríos Magua y Bao, las dos principales fuentes para el turismo ecológico de la localidad, en crecimiento cada día, convertido ya en una de las principales fuentes de riqueza en la zona.

Otros ríos importantes de San José de Las Matas son Amina e Inoa, el primero principal fuentes de inversión de proyectos turístico como Campo Verde, pero que su caudal ha disminuido notablemente.

El segundo, Inoa, ya está prácticamente seco y solamente baja con suficiente agua cuando se producen fuertes lluvias en su nacimiento.

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