La República Dominicana recibió 54.105 turistas en julio, el mes en el que se reabrieron las fronteras internacionales, lo que supone un desplome del 88,5 % con respecto al mismo período del año pasado, informó este martes el Banco Central.
Si se contabilizan los viajes de los dominicanos residentes en el extranjero, el descenso del turismo es del 77,1 % en julio, con un total de 135.163 pasajeros en el mes.
En el acumulado del año, llegaron 1,5 millones de turistas no residentes, lo que supone una caída del 63,3 % con respecto a igual período del año 2019.
La República Dominicana, país cuya economía depende en gran medida del turismo, mantuvo sus fronteras cerradas por la pandemia entre el 19 de marzo y el 30 de junio.
Tras la reapertura de fronteras, el 1 de julio, el turismo se ha concentrado especialmente en Estados Unidos, puesto que el 85,4 % de los extranjeros llegados al país caribeño procedían de esa nación, con un total de 46.207 pasajeros.
Le siguen los viajeros procedentes de Puerto Rico, un total de 1.856 pasajeros, y España, con 1.709 turistas en el mes.
En su informe, el Banco Central señala que el sector turístico estará condicionado en los próximos meses principalmente por la evolución mundial de la pandemia y por la disponibilidad eventual de una vacuna efectiva para el coronavirus, así como por la recuperación de la actividad económica en los países emisores.
La República Dominicana se encuentra en estos momentos en estado de emergencia y está en vigor el toque de queda en todo el país, debido a un pico de contagios.
La COVID-19 ha repuntado fruto de la reapertura de la economía y de las aglomeraciones que se produjeron en los mítines previos a las elecciones presidenciales y legislativas celebradas el 5 de julio.
El país registra un total de 81.094 contagios, con 1.346 fallecidos por la enfermedad, según datos divulgados este martes por el Ministerio de Salud Pública.
En las últimas 24 horas se produjeron 18 muertes y 595 nuevos contagios, según el boletín oficial.
El Gobierno dominicano acepta turistas de todos los países, aunque exige que presenten una prueba PCR negativa realizada cinco días antes del viaje, o en su defecto obliga a realizar una prueba rápida a su llegada al aeropuerto.