Turismo pavonea más inversiones

Turismo pavonea más inversiones

POR CLAUDIO CABRERA
Salvar mediante regulaciones medioambientales el entorno geográfico del país resulta atendible, sobre todo, por tratarse de una nación que comparte una isla en la que los recursos renovables tienden a degradarse y erosionarse.

Por eso, en muchos países en que actividades de tan alto rendimiento y empleo extensivo, como turismo y minería, se constituyen en pilares del desarrollo regional, no puede pasar por alto la necesidad de procurar salidas oportunas para que el hombre comparta los beneficios resultantes del aprovechamiento de ambos sectores.

A un tiempo, y según lo establecen las normas provenientes de organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), actualmente los países dedicados a las actividades del turismo, procuran establecer parámetros y normas para limitar la tendencia creciente del hombre a incrementar, a toda costa, sus ganancias, llegando, a veces, a los límites de la voracidad medioambiental.

En eso estriba el criterio del secretario de Turismo, Félix Jiménez(Felucho), quien estima que el sector turístico está llamado a compartir los espacios disponibles para esta actividad con un manejo adecuado y apegado a lineamientos técnicos.

El funcionario considera en alto valor que el ordenamiento ambiental deba ser tomado muy en consideración antes de promover proyectos para explotarlos en las diversas áreas de que dispone la geografía del país.

«Pero la verdad es que aún no existe un estudio científico y con suficientes y confiables argumentos técnicos -sostiene el funcionario- que explique cuáles áreas y terrenos en las diversas regiones con vocación de operar actividades turísticas y donde están ahora los proyectos, que son manejados de manera inadecuada y cuáles no lo están».

Al considerar los estimables aportes que el turismo está haciendo a la economía del país en todas las regiones, el licenciado Jiménez sostiene que a estas alturas es preciso considerar los efectos socioeconómicos que conlleva el establecimiento de uno o varios proyectos turísticos, «en un país donde hay muchas regiones, donde cunde la pobreza desde hace años, caracterizadas por un alto índice de desempleo que está a la orden del día».

Explica que tan sólo esta característica de los proyectos de turismo, asigna un especial relieve a las actividades de turismo, bien encaminadas con proyectos que se adapten al medio ambiente para fortalecerlo en vez de degradarlo, como un medio de resolver múltiples problemas de pobreza y carencia de acceso a bienes y servicios sociales.

LOS NUEVOS PROYECTOS

Al reconocer el impacto económico y social del turismo en todo el país, sostuvo que hay varias regiones y áreas donde ya se han enfocado posibles establecimientos de nuevos proyectos, pero que están bajo estudios, posterior a las solicitudes de instalación requeridas por sus interesados, tanto de grupos de inversionistas locales como extranjeros.

Jiménez expresa que por eso es de justicia que a un sector tan importante, en el que el país ha demostrado tanta competitividad y posibilidades de seguir creciendo con la adecuada supervisión y sanidad requeridos por las autoridades, se les siga permitiendo disponer de los incentivos necesarios para que siga haciendo su aporte a la economía al empleo y a la sociedad dominicana.

Por eso resalta el alto valor que el gobierno que encabeza el doctor Leonel Fernández atribuye al sector turístico, conocedor de los efectos que en todo el país y en los últimos años ha realizado en favor de los dominicanos.

La Secretaría de Turismo estudia en estos momentos solicitudes de instalación de nuevos proyectos de turismo por un monto que sobrepasan los US$1,500 millones. Algunos buscan instalarse en Bayahibe, en Samaná y otro, que busca aprovechar turismo ecológico-ambiental, se instalaría en Puerto Escondido. La inversión inicial ronda los US$500 millones.

«Existen muchos proyectos que han mostrado el interés por establecerse en diversas regiones y lugares del país -sostiene el secretario de Turismo-, por lo cual estamos trabajando para tener disponible, en breve, la factibilidad ambiental y el impacto socioeconómico regional de estos complejos de turismo».

De su lado, el subsecretario de Turismo, Luis Simó, plantea que ha llegado el momento de que el país salga a promover otras ofertas en el mercado mundial de turismo, que no solamente sean las tradicionales de sol y playas, en vista de que el país dispone de un medio ambiente variado, complejo y envidiable en relación a otros paisajes isleños.

De aquí que se procura captar turismo proveniente de países de un elevado nivel en su poder adquisitivo, como son Japón, Brasil y de Rusia, así como de otros países de Europa, para quienes las alternativas de un turismo de mayor calidad en los servicios y de ofertas combinadas basadas en la sanidad de nuestro medio ambiente, resultan atractivos.

Resalta que el turismo nacional debe dar ya un salto «extraordinario» para beneficio del propio sector, al captar este tipo de nuevos turistas que exigen calidad en los servicios, así como disponibilidad de bienes de alta elaboración artesanal y de confecciones de marca para adquirirlos.

Simó expresa la gran capacidad que ha puesto el sector privado del país, para promover sus proyectos e impulsar a este sector, «lo cual hace pensar en ofertas complementarias donde no estemos haciendo las ofertas de destinos turísticos nosotros solos, dada la elevada competencia en este sector, en los últimos tiempos».

Además señala que la Secretaría de Turismo tiene en carpeta un proyecto que comenzará dentro de pocos meses para invertir S$225.0 millones en infraestructura, tales como instalación de agua potable, señalización, regeneración de playas degradadas en las costas norte y este del país, con miras a diversificar y mejorar la oferta turística.

Esos trabajos van a comenzar en julio del presente año para concluir en el 2007. Se empezará por el polo de Puerto Plata, con una inversión de US$58.0 millones, mientras que otros US$167 millones se destinarán a los polos de Punta Cana-Bávaro en el Este, en Samaná-Las Terrenas en el nordeste y de Juan Dolio y Boca Chica, en el sur del país.

Esta etapa no incluye el programa que fue anunciado en el suroeste, aunque se ejecutarán varias acciones ya previstas, con el objeto de diversificar y mejorar la oferta turística del país.

Como parte de estos proyectos fueron ya anunciados el de zonas francas turísticas, un programa de publicidad en el exterior, así como el ordenamiento de deportes acuáticos, un programa de animación en la Ciudad Colonial, en Puerto plata y en Sosúa. También se ha concebido en los proyectos el Parque Artesanal de Puerto Plata.

En un documento sobre los proyectos turísticos o vinculados al área que fueron aprobados o rechazados en el transcurso del pasado año 2004, se indica que de un total de 224 proyectos evaluados, unos 213 fueron acogidos para ser estimados como proyectos válidos que podrían iniciar sus operaciones, en caso de cumplir con las exigencias financieras y medioambientales solicitadas.

En el documento elaborado por el Departamento de Planificación y Proyectos de la Secretaría de Turismo, son señalados los montos estimados de los proyectos, las ubicaciones territoriales, sus promotores y la decisión adoptada por el organismo técnico correspondiente.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas