Turquía e Irak opacan a Bush

Turquía e Irak opacan a Bush

SEDGEFIELD, GB (AFP).- La visita de George W. Bush en Gran Bretaña, organizada para mejorar la imagen del presidente estadounidense ante su opinión pública, concluyó ayer viernes empañada por los atentados de Turquía y la continuación de la violencia en Irak.

Su principal evento social, el banquete oficial en el Palacio de Buckingham el miércoles por la noche, le permitió consolidarse como jefe de Estado, al lado de la reina Isabel II de Inglaterra, que hospedó a la pareja presidencial norteamericana durante tres días en su palacio. Bush también se presentó durante un discurso pronunciado el miércoles en Londres como un firme partidario del multilateralismo y defensor de las instituciones internacionales.

Al lado de su principal aliado en la guerra de Irak, el primer ministro británico Tony Blair, no dio muestras de arrepentimiento por haber lanzado una guerra preventiva contra el dictador Saddam Hussein sin el acuerdo de las Naciones Unidas.

«Estados Unidos y Gran Bretaña hicieron y harán todo lo que está en su poder por impedir que la ONU vuelva a ser inútil y acabe como la Sociedad de Naciones», que se saldó con un fracaso por no haber impedido la Segunda Guerra Mundial, afirmó Bush. Según él, «el deber exige a veces detener por la fuerza a los hombres violentos. En algunos casos, el uso moderado de la fuerza es lo que nos protege de un mundo caótico regido por la fuerza». La conferencia de prensa dada conjuntamente con Blair el jueves permitió a los dos dirigentes reiterar su solidaridad en Irak y en la lucha contra el terrorismo.

Pero esta aparición quedó ensombrecida por los atentados cometidos unas horas antes en Estambul (Turquía) contra el consulado y un banco británicos, que causaron 27 muertos y más de 450 heridos.

George W. Bush aseguró que avanzaban en su combate contra Al Qaida, la red terrorista del fundamentalista islámico Osama Bin Laden, que reivindicó esos ataques.»Desmantelamos su dirección operacional. Llevamos a cabo una batida al hombre internacional», dijo.

Osama bin Laden, perseguido por los estadounidenses desde septiembre 2001, sigue en paradero desconocido.

Bush mencionó una serie de progresos logrados en Irak, destacando el nuevo calendario para la transferencia acelerada de la soberanía a los iraquíes, que concluirá a mediados de 2004, seis meses antes de las elecciones presidenciales estadounidenses.

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