Turrón, tradición de Navidad

Turrón, tradición de Navidad

El turrón es una masa dulce obtenida por la cocción combinada de miel, azúcar y clara de huevo, mezcla que luego se incorpora a almendras peladas y tostadas. Posteriormente se amasa y se  le da forma de tableta rectangular, o de  torta.

Existen varias marcas de turrones como lo es el Alicante, propio de  la tradicional repostería de Jijona, en España. 

En los países de Latinoamérica, aunque su elaboración es un poco distinta tienen un gran parecido en sabor y  aspecto a los tradicionales españoles.

En los países árabes existe también un dulce muy similar y quizás emparentado como es la jalva o turrón de sésamo, hecho con sésamo molido, miel y a veces fruta o pistacho.

En Dinamarca por ejemplo, existe igualmente el turrón con el nombre Fransk Nougat.

Variedades

Está el Alicante, que consiste en una masa de miel, azúcar, clara de huevo y almendras enteras, y el Jijona, consistente en una masa molida de miel, azúcar, clara de huevo y también almendras.

El nombre de “Jijona” y el de “Alicante” suele dárseles a los turrones blandos y duros fabricados en el pueblo de Jijona. Además de estas dos variedades se fabrican también los de yema tostada, fruta, coco o nata acompañados de nueces.

HISTORIA

La almendra y la miel fueron utilizadas durante la dominación árabe de la península ibérica para la fabricación de numerosos dulces. En la actualidad gran parte de la repostería española, sobre todo en las regiones del sur, aún mantiene  este legado con  la elaboración de dulces como el turrón o el mazapán.

En el norte de África también se conserva una repostería tradicional basada en la miel y los frutos secos.

Una de las primeras menciones escritas al turrón se encuentra en el paso del dramaturgo sevillano Lope de Rueda, “Los lacayos ladrones”, publicada en 1541. La trama de la obra consiste en la riña de un amo con sus criados porque éstos habían  comido algunos turrones de Alicante que estaban encima del escritorio. Un documento de 1582 del municipio de Alicante señala que desde tiempos inmemoriales cada año dicha ciudad acostumbra para las fiestas de Navidad pagar sus salarios en  parte en dinero y un presente de una arroba de turrones.

Durante los siglos XVI y XVII el turrón se fabricaba no sólo en Jijona sino también en Alicante.  En  la época de Carlos II, se reseña la injerencia de los gremios de pasteleros de Valencia sobre la regulación de la actividad del turrón.

Elaboración

El proceso de elaboración es auténticamente tradicional y, aunque las modernas maquinarias facilitan su producción industrial y garantizan una mayor calidad, el sector turronero sigue guiándose por la misma «receta» de siempre. Para elaborar el turrón duro se cuece la miel en una olla de doble fondo, se bate y  se le añade el azúcar y la clara de huevo. Se añaden las  almendras tostadas y sin piel. La pasta resultante se mezcla con  palas de madera y movimientos rítmicos.

La masa obtenida se deposita en moldes y luego se corta en barras, se enfrían y seguidamente se envasan al vacío para poder conservarlas más de un año.

Para obtener el turrón blando, o de Jijona, después del batido se muele durante media hora y se pasa la masa a las refinadoras para que quede totalmente pulverizada, se traslada a otro depósito donde se mezcla y se deja reposar durante dos días para que endurezca un poco, se corta y  luego se envasa.

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