El sueño es definido como el acto que empleamos los seres humanos para que nuestro cuerpo pueda descansar y recobrar nuevas energías.
También es definido como una necesidad básica de nuestro organismo que permite mantener el equilibrio energético y muscular, permitiendo que nuestro estado de alerta, estrés y humor puedan relajarse.
El descansar no solamente nos beneficia en los aspectos anteriormente tocados, sino que también, otras partes del cuerpo como el cerebro, la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial se mantienen estables. Mientras dormimos nuestro sistema se encarga de reparar las células y el uso de fuerza que hacemos durante el día.
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¿Cómo afecta la falta de sueño a los menores y adolescentes?
La pediatra infectológa Scarlett Gracia nos explica que la falta de sueño tanto en los niños como en adolescentes, puede producir un sin número de alteraciones que afectan su organismo. Entre ellas se pueden encontrar la disminución de la concentración en las rutinas diarias, los trastornos del habla, del aprendizaje, emocionales como la confusión, los cambios de humor, irritabilidad, así como la dificultad para autocontrolarse.
“En los adolescentes se observan cambios en su conducta, accidentes tanto de tránsito como en el hogar o en la escuela que podrían poner su vida en riesgo, suelen estar ansiosos o depresivos”, expresó la doctora.
La médica también indicó que no solamente se pueden presenciar estos síntomas debido a no tener una buena siesta, sino que esto puede llegar a provocar diversas enfermedades como la diabetes, obesidad, hipertensión arterial, cefalea (dolor de cabeza), gripes a repetición, la defensa del cuerpo puede llegar a estar en un nivel bajo y problemas de memoria y de desarrollo y crecimiento en nuestro cuerpo.
¿Qué cantidad de horas deben dormir?
Gracia manifestó que según la Academia Americana de Pediatras (AAP), los niños de dos años de edad deben dormir de 11 a 14 horas diarias, los de tres a cinco de 10 a 13 años, mientras que los que tienen de seis a doce y de trece a dieciocho deben de descansar entre 9 a 12 y de 8 a 10 horas diarias.
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Recomendaciones para tener un buen sueño apropiado
La galena afirmó, que para obtener un sueño reparador para los pequeños y los adolescentes, es necesario adoptar algunas medidas.
“Entre las recomendaciones se encuentran crear una rutina que abarque una hora fija de ir a la cama, tomar un baño antes de dormir, tener una adecuada temperatura e iluminación en la habitación y evitar los ruidos”, puntualizó.
La experta precisó que otras pautas esenciales a la hora de irse a dormir especialmente para los chiquitines, es que no se pueden llevar a la cama biberones que contengan bebidas azucaradas, usar una pijama cómoda, evitar que estos tengan electrónicos a su alcance y para crear un ambiente tranquilo poner música relajante.