TV Encendido y más

 TV Encendido y más

POR FRANCIS MESA
CRISTAL MARIE

Desde hace muchos meses he venido escuchando, más que su música, el nombre de esta joven intérprete. Cristal Marie, recuerdo que la escuché en vivo por primera vez en un encuentro que organizó la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) con las cantantes solistas de ayer y de hoy.

Confieso que me gustó mucho su timbre de voz y que, aunque no sabía que era ella, ya su tema “Al fin mujer” lo había escuchado una que otra vez en las pocas emisoras que colocan a los solistas locales.

 Luego tuvo una muy breve actuación en la ceremonia de los premios Casandra de este año y más recientemente, la presentación del video clip de su tema “Vivir el momento”, dirigido por Horacio Madrid Ontiveros, con imágenes surreales que la sacan de lo común. Así como dije la semana pasada de Claudine Bonó, siento  que esta chica está en lo suyo y que viene con la visión de que el ambiente artístico local necesita de cosas nuevas. Yo me pierdo por lo no convencional, por los trapos, los colores chillones. Cosas que rompan esquemas, si esta chica logra ese efecto, le deseo mucha suerte. Ahora, le digo, que no trate de imitar a nadie, que no se esfuerce en demostrar un registro de voz o unas escalas más altas que las que maneja, ya tendrá tiempo de hacer notar que es buena cantante. En resumen, que evite los gritos, las estridencias. Que eso no le hará nada bien, ni a su voz, ni a su carrera, ni a su imagen, pero sobre todo, a los oídos de quienes la escuchan. Ella es buena y eso es suficiente. Ojalá que su música se pegue.

RESIDENTE CALLE 13

A mí, si me van a crucificar, que lo hagan ahora. Mucho antes de que la muy actualizada y pulcra Comisión Nacional de Espectáculos Públicos prohibiera varios temas de Residente Calle 13, el reguetonero boricua, ya yo andaba “embobado” con su música. He dicho muchas veces que de puritano no tengo nada. Entonces, cuando me encontré con las letras un tanto irreverentes, un tanto alocadas de este joven, quedé cautivado. Es que me fui mucho más lejos. Más allá de las malas palabras (porque las hay en el disco y muchas, de aquí y de allá, eso no se lo niego a nadie) de sus canciones, a un trasfondo, diría que hasta social. Si alguien lo escucha, sin prejuicios, comprenderá que él, muy poco tiene que ver con el llamado “flow” de los de su género. Ni siquiera su música tiene el “perreo” del que todos alardean. Comprenderán, al igual que yo, que transmite una inquietud de igualdades, de reconocimientos de realidades sociales, que la gente disfraza con letras rosa y vestimentas caras. Por eso me gusta la música del Residente Calle 13. Por eso lamento que el morbo lleve a la censura. Por eso lo escucho en mi casa y en las casas de mis amigos. Por la misma razón que lo hago con Luís Dias, Batey 0, Toque Profundo, JLS, Duluc y otros que, sin que hayan sido censurados, tampoco son colocados en las estaciones dominicanas y si el precio de escuchar la música que nos gusta está en agenciarse sus propios discos, yo lo pago.

Nota, prometí la semana pasada que hablaría de To’2 Bien, de Luis Manuel Aguiló y Luz García. Ténganme paciencia, que eso viene, porque no lo he olvidado. Hasta la próxima.

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