Hoy 
POR FRANCIS MESA
Estas dos mujeres, de las que tanto se habla y se escribe saben muy bien lo que quieren. Sus programas de televisión las confirman como las grandes comunicadoras que sueñan ser, porque no es el momento de pretender darles esa categoría, aunque si siguen en esa onda, lo conseguirán, no cabe duda.
Tanto es su carisma que a pesar de las miles de críticas que reciben, no pasan desapercibidas. La prueba está en que las mismas figuras ya establecidas, con las que se les ha querido comparar o polemizar, no digamos que se han rendido a sus pies, que ya eso es pretender demasiado, pero sí les han dedicado tiempo y especio en sus respectivos programas, o han acudido a sus citas para ser entrevistadas por ellas, lo que nos parece correcto.
La semana pasada vimos la entrevista que Georgina le hiciera a Zoila Luna. Esas dos fuerzas medidas y juntas, era para esperar el desenlace y éste no pudo ser más conmovedor y tierno: ambas mujeres, el ayer y el hoy a «moco tendido». Lágrimas de lado y lado, una por el privilegio de entrevistar a su «ídolo», la otra por la humildad de la conductora de «Que digan», por reconocer el talento y la experiencia de la productora de «Sólo para mujeres» y quien le aconsejó que a las críticas no le haga caso, que no las responda y que viva su vida sin importarle lo que de ella se diga, simplemente que se preocupe por hacer un buen trabajo.
En tanto que Luz García ha sido menos controversial que la Duluc, pero no menos mencionada. Desde las capciosas preguntas de si se ha hecho cirugías, hasta si su programa sobrepaba la prueba de los tres meses. Ella ha asumido poses más sobrias, con otro carácter, como queriéndose ganar el respeto de la critica y del público, así como borrar la imagen de una frívola Megadiva.
Las dos han asumido proyectos importantes en sus respectivas carreras a pesar del buen o mal criterio que se han formado muchos acerca del rapido ascenso de figuras, sólo por tener a su favor una corona de reina a sus espaldas y un cuerpo exuberante, real o hecho.
GUERRA DEL HUMOR
Estarán conscientes Raymond Pozo, Miguel Céspedes y los productores de Telemicro de lo que significa para los televidentes cerrar el fin de semana con una oferta de humor? Posiblemente no.
La gente que originalmente veía a los dos humoristas en el canal cinco, los siguio cuando se mudaron para Telesistema, canal 11, pero que no se duerman en sus laureles, porque el control remoto es un juez implacable y si le sigue ofreciendo lo mismo que hacían en su vieja casa a los televidentes, ellos pueden llegar a aburrirse.
Los que se quedaron en «Titirimundati» no escapan a ese riesgo. Repetir la fórmula de chistes y sketch o bocetos que hacen en el meridiano del mismo canal o de sus antecesores antes mencionados, puede ser un arma que en vez de disparar al enemigo (en este caso sus ex compañeros de labores), lo puede hacer en su contra. Todavía no podemos determinar si las imitaciones de vedettes y cantantes que hacen son buenas o malas, pero sí que son diferentes, y eso es algo.
