TV, vídeo-juegos y convulsiones

TV, vídeo-juegos y convulsiones

JOSÉ SILIÉ RUIZ
El Centro León de Santiago de los Caballeros fue sede de una concurrida reunión de neurocientistas,  donde numerosos colegas participamos. En la oportunidad  tratamos el tema de las consecuencias neurológicas, y en particular, en la producción de convulsiones secundarias a una sensibilidad producto de  la foto-estimulación.

El panel de expertos estuvo integrado por los doctores: Juan Santoni, Diógenes Santos, Luis Taveras, Dayana González y Franklin Montero. La actividad fue auspiciada por el Club de la Epilepsia y la Sociedad de Neurología y Neurocirugía. Recibimos en el evento las muy finas cordialidades de los colegas cibaeños, por igual las atenciones de los laboratorios Mallén Guerra y Sanofi.

La primera ponencia fue  del distinguido y respetado profesor, en su  estilo “británico”, el Dr. Juan Santoni Mendoza, con su gran experiencia sobre el tema de las convulsiones epilépticas y la electroencefalografía (EEG), nos mostró varios de sus casos, en pacientes que presentaron alteraciones al estudio con el EEG, al ser foto estimulados (luz estroboscópica) evidenciando ondas anormales en el cerebro durante el estudio eléctrico.

El Dr. Luis Taveras Guzmán, revisó  ampliamente la epidemiología y la historia  de estos eventos de foto-sensibilidad, en particular de los vídeo-juegos en la producción de convulsiones epilépticas. El prestigioso y didáctico colega inició  su charla enfatizando que el tema tratado tiene antecedentes desde hace unos 125 años antes de Cristo, cuando Araetus describió el caso de un campesino griego que convulsionaba al ver las ruedas de una carreta en movimiento. Señaló que existe foto-sensibilidad en el 0.3% de la población general y que 1 de cada 10 mil personas, puede convulsionar por estímulos   luminiscentes.

Recordaran los amables lectores la crisis de noviembre del 1997 con el vídeo juego Pókemon, creado en Japón, cuando se presentaron numerosos casos de niños que convulsionaron luego de exponerse por largo tiempo a este juego.  Pero hoy sabemos que no solo son convulsiones, sino que por igual puede el exceso de horas frente a la pantalla producir: migraña, distorsiones visuales, náuseas, mareos y otras situaciones no convulsivas. Se refirió el Dr. Guzmán a las estadísticas más actualizadas y señaló que en todos los grupos de edades, la probabilidad de padecerla es de 1 por 100 mil, pero que de 5 a 24 años aumenta de 1 por 4 mil.  El 90% de los pacientes que hacen crisis por foto estimulación lo hacen antes de los 20 años de edad.

Al Dr. Franklin Montero, neuropediatra muy capaz, correspondió hacer la revisión de la fisiopatología y de cómo estos eventos refulgentes producen esas alteraciones cerebrales, que  derivan en eventos convulsivos. El expositor enfatizó  que hay varias hipótesis para su producción: bajo umbral convulsivo, la participación celular, la genética, los neurotrasmisores alterados y la perfusión vascular especial de específicas áreas cerebrales, en particular el área occipital. Enfatizó en la valoración de cada caso en particular  con el EEG y la Resonancia Magnética Funcional. Señaló que los colores rojo y azul, y la luz estroboscópica, son los factores más  proclives a producir los eventos; pero que  no sólo eran los vídeo-juegos y la televisión sino que: la luz solar brillante, el agua con reflejos, la euforia que producen, y los sentimientos de culpabilidad en los niños, pueden desencadenar convulsiones.

El Dr. Diógenes Santos Viloria, presidente del Club auspiciador del evento, dijo las palabras de bienvenida, quien siempre asume con valentía tratar los temas “áridos”, en esta oportunidad nos presentó el tema de las convulsiones que tienen mayor relación con la fotosensibilidad, enfatizando que son las llamadas Epilepsias Mioclónicas Juveniles las que de un 15 a 20% las pueden presentar. Mencionó los estudios de Waltz en Alemania, donde se confirmó la participación de un factor genético, siendo luego ratificado por los estudios de Inglaterra y Japón.

A la refinada neuropediatra Dra. Dayana González correspondió hacer el enfoque del manejo y las recomendaciones prácticas en estos casos de convulsiones secundarias a estímulos fulgurantes, sean por la televisión, la computadora o los vídeo-juegos. Ratificó los conceptos de que en los varones de 7 a 19 años son más frecuentes.  Con mayor participación los de pantallas con patrones curvos, con líneas y rayas horizontales, al momento son los patrones que más provocan convulsiones fóticas. Estas son las razones de por qué el cine no provoca estas crisis convulsivas, ya que no usa estos patrones lineares. En lo referente a la televisión, la más segura es la de “plasma” porque no tiene rayas. 

Son varias las conclusiones que queremos compartir con los amables lectores, producto de esta jornada científica: Que a los niños epilépticos debidamente controlados, no es necesario suspenderle la televisión, ni los vídeo juegos (no les hace ningún daño). Esta entidad médica sigue siendo muy ocasional, y se desencadenan guardando relación con la herencia. Se deben evitar los excesos en el tiempo de los niños frente al televisor, la computadora y/o los vídeo juegos. Se aconseja tomar recesos periódicos, con  tiempos libres y comer algo en ese interín.

Deben ver la  televisión a no menos de 8 pies y usar siempre el control remoto, se debe iluminar la televisión con una lamparita o verla en el cuarto debidamente iluminado. Las pantallas de plasma son las que menos provocan estos eventos convulsivos. Si el niño  ya tiene esta “fotosensiblidad”, la puede ver con un ojo cerrado, la valoración neurológica, acompañado del EEG con foto-estimulación se hace mandatario, en los casos de sospecha y/o de antecedentes familiares de respuesta anormal a  estos eventos luminosos.

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