Sao Paulo. Brasil registró una inflación del 1,01 % en noviembre, lo que incrementó hasta el 9,62 % el acumulado anual, registrando así su peor dato para ese período desde 2002, informaron hoy fuentes oficiales.   De acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la inflación de noviembre fue 0,19 puntos porcentuales superior a la del mes de octubre, cuando alcanzó un 0,82 %.

En la referencia interanual, el índice sobrepasa ya los dos dígitos y llega al 10,48 %, un resultado mayor al 9,93 % registrado en los doce meses inmediatamente anteriores.   Desde noviembre de 2013, la tasa interanual no había reflejado un dato tan negativo (11,02 %).

La inflación del mes también fue muy superior a la de noviembre de 2014, cuando marcó un 0,51 %.   El aumento del precio de los combustibles fue, por segundo mes consecutivo, el factor que más presionó al índice, mientras que también destacó el incremento del valor de los alimentos y las bebidas y del transporte.

Además de la inflación, Brasil se enfrenta a una recesión técnica, un aumento de las tasas de desempleo y a una restricción del crédito que ha disminuido el poder de consumo de las familias, que durante años fue uno de los motores de la economía del país.   Según los analistas privados del mercado financiero, la economía brasileña se contraerá un 3,50 % este año y la inflación llegará al 10,44 %.

Para enderezar las maltrechas cuentas públicas, el Ejecutivo de Dilma Rousseff lanzó un severo ajuste fiscal que incluye recortes en el gasto público y una subida de los impuestos.