Tyson: «No pelearé más»

Tyson: «No pelearé más»

POR TIM DAHLBERG
WASHINGTON (AP).-
Mike Tyson estaba desplomado en la lona, con la cabeza entre las cuerdas. Kevin McBride le había derribado y Tyson estaba tratando de decidir si se iba a levantar.

El asalto acabó, y con él la carrera de Tyson. Diecinueve años después de que se convirtiera en el boxeador más joven en ganar la corona pesada, él estaba reducido a ésto.

Un peleador irlandés de poca reputación le estaba atropellando a diestra y siniestra. Tyson no era el hombre más temido en boxeo. Ni siquiera el más temido en el cuadrilátero.

Era simplemente un púgil envejecido que finalmente tuvo que aceptar que así era como iba a acabar su carrera. Todo lo que Tyson pudo hacer fue mirar al juez Joe Cortez, levantarse y caminar hacia su esquina.

Tyson se sentó en su banqueta y le dijo a Cortez que no seguiría. Así concluyó el combate. Así concluyó una tortuosa carrera que comenzó con enorme brillo, sólo para salirse de control y finalmente culminar en desesperación y tristeza.

Más tarde, Tyson dijo que no iba a pelear más. El deporte que le permitió ganar más de 300 millones de dólares le había dejado atrás, y había llegado la hora de aceptarlo.

Su meteórica trayectoria había llegado a su final 20 años y 56 peleas después de haber comenzado con un nocáut en el primer asalto ante Héctor Mercedes el 6 de marzo de 1985. En aquellos días, Tyson era espectacular, temible, algo nunca antes visto en el boxeo.

La imagen de Tyson en su mejor época está indeleble en las mentes de los fanáticos de boxeo en todo el mundo. Durante cuatro años reinó invicto, invencible, noqueando a boxeadores con intensidad furiosa y aterrorizándoles incluso antes de subirse al encerado.

Durante dos decenios los fanáticos pensaron que él era el peleador de siempre. El Tyson que peleó en Washington el sábado mostraba un parecido físico con el Tyson de antaño. Pero solamente eso.

El veterano boxeador fue apenas la sombra de aquel, como lo había sido desde que fue noqueado por Buster Douglas en 1990 en una de las mayores sorpresas en la historia del boxeo.

Tyson no había vencido a nadie importante desde que frenó a Razor Ruddock al año siguiente, pero aún así los fanáticos compraron boletos para sus peleas pensando que verían el león invencible.

«Mi carrera acabó en 1990», admitió Tyson.

El sábado, Tyson atrajo a 15.472 fanáticos tal MCI Center con la promesa de que verían al antiguo Tyson, ante un McBride mucho más corpulento, pero sin nada destacable en su carrera.

Pero lo que vieron fue un peleador tentativo que logró conectar algunos golpes buenos, pero lanzó numerosos remolinazos que no estuvieron siquiera cerca del blanco. McBride lo aguantó todo y golpeó a Tyson, imponiendo su voluntad ante un boxeador que años atrás siempre imponía la suya.

«Uno se vuelve astuto demasiado tarde y viejo demasiado pronto», dijo Tyson. «Me siento como Rip Van Winkle».

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