Pablo Neruda, poeta del amor, la paz y la solidaridad, fue reconocido ayer con el título «Doctor Honoris Causa Post Mortem» por la más vieja universidad de América, la Autónoma de Santo Domingo (UASD), en ocasión de conmemorarse el centenario de su nacimiento.

La distinción póstuma a Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, que se dio a conocer al mundo como Pablo Neruda, le fue entregada por el rector de la UASD, Porfirio García Fernández, al embajador chileno en el país, Carlos Domingo Rubio Sandoval, quien agradeció el gesto en nombre de Chile.

La ceremonia de entrega del «más universal de los poetas latinoamericanos» se realizó en el paraninfo de la facultad de Medicina de la UASD. Además de García Fernández y el embajador Rubio Sandoval, encabezaron el acto la decana de la Facultad de Humanidades, Carmen Evarista Matías; Andrés Rodríguez, secretario de Educación Superior y Tecnología; Tony Raful, secretario de Cultura, y el secretario general de la UASD, Mateo Aquino Febrillet.

Al acto asistieron también representantes diplomáticos de Perú, Argentina y Brasil.

Al dar las gracias por la distinción a Neruda, el embajador Rubio Sandoval destacó el interés del poeta por los países del Caribe y en particular por la República Dominicana. Y citó el artículo «Sangre en Santo Domingo» escrito por Neruda en mayo de 1965, a un mes de la segunda intervención militar norteamericana. Un año después, el bardo publicó su conocido «Versainograma a Santo Domingo» con el que manifiesta su solidaridad poética y política con el sector progresista.

De su lado, el rector de la UASD destacó la figura de Neruda, de quien dijo no fue sólo el «cantor de la vida y del amor, cuya pluma dio eternidad a la palabra poesía», sino sobre todo un hombre solidario.

«Poeta combatiente, completamente racional y social, que hizo de su palabra y su canto, un arma poderosa que andaba por el mundo desafiando a déspotas, tiranos, dictadores e imperios», dijo el rector.

Tras ponderar la trascendencia del poeta, Fernández dijo que con la entrega del título «Doctor Honoris Causa post Mortem» la UASD quería resarcir «la afrenta que en aciaga ocasión fue óbice» para que Neruda visitara el país y «nos diera a los dominicanos la gran ocasión de conocer en persona a quien tanto nos había dado, solamente por solidaridad humana».

Subrayó que fueron las palabras solidarias de Neruda las que difundieron al mundo «en escala gigantesca», la gloriosa gesta que escribieron los dominicanos en 1965.

[b]EL HURACAN NERUDA[/b]

El inmenso Pablo Neruda nació en Parral, Chile, el 12 de julio de 1904 y murió el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende. Hijo de un ferroviario y una profesora. Hasta su muerte militó en el Partido Comunista de Chile.

Su obra poética le hizo merecedor del premio nobel de literatura en 1971, dos años antes de su muerte.

A los 20 años se convirtió en el poeta más popular de Chile luego de la publicación de su obra «20 poemas de amor y una canción desesperada». Ese mismo año abandonó sus estudios diplomáticos en la Universidad de Chile para dedicarse por entero a la poesía.

En 1927 fue designado cónsul en Birmania, de donde pasó luego a varios países de Asia, América y Europa. Diez años más tarde publicó «España en el Corazón», basado en la Guerra Civil.

En 1933 publica «Residencia en la Tierra», y cuatro años más tarde la obra «Con España en el Corazón».

En 1948 la persecución política lo obligó a salir al exilio. En 1950 publicó «Canto General», obra que marcó su paso definitivo al compromiso humanista.

A los 50 años, Neruda era ya un poeta universal. Sus obras eran traducidas a todos los idiomas y sus versos leídos por los jóvenes de todo el mundo.

En 1956 publicó «Los Versos del Capitán» y un año más tarde «Cien Sonetos de Amor». En 1958 publicó «Extravagario».

Mientras vivía en España conoció a la pintora argentina Delia del Carril, por quien abandonó a su primera esposa, María Antonieta. Convivió dos décadas con Delia, pero la dejó al enamorarse de la soprano Matilde Urrutia, su tercera y última esposa, quien le sobrevivió.