En el primer siglo de proclamar su independencia de Francia, hasta el 31-03-1896, Haití presenció el desfile de 24 gobernantes, todos surgidos por asonadas cuartelarias, un despropósito nacional mayúsculo y aberrante.

A la renuncia del presidente Boisrond Canal el 17-07-1879, le sucedió un gobierno provisional presidido por Lysius Salomón, como expuse al final de la anterior entrega, derrocado por el general Herard Laforest, sucedido por un gobierno provisional que pretendieron dos jefes militares, el general Séide Thélemaque, jefes de las tropas del Norte y el Artibonio, compartido por Boisrond Canal, presidente, y cuatro más, D. Legitime, E. Claude. C. Archin, U. St-Amand y Florvil Hyppolite, que duró un año, hasta que se produjo, como se perfilaba, una guerra civil que concluyó con la proclamación de Hyppolite el 09-10-89, hasta el 24-03-96, un récord reciente de ¡ocho años!

El presidente Hyppolite se dispuso a enfrentar una rebelión liderada por Mérisier Jeannis en marzo de 1896, y no obtemperó a las prescripciones de sus médicos que le aconsejaron reposo, y el 24 de ese mes y año, montó su caballo y se desplomó muerto de un infarto, a corta distancia de su residencia.

Un Consejo de Ministros llenó el vacío de poder del presidente Hyppolite, sucediéndole el general Tiresias Antonine Simón Sam, electo por la Asamblea Nacional el 31-03-96, el último jefe de Estado del siglo 19 permaneciendo en el poder hasta el 12-05-1902, en el alba del siglo 20.

El presidente Sam renunció el 12-05-02, presionado por los partidos opositores, que exigieron su renuncia, partiendo al exilio y formándose un gobierno provisional, que culminó con la rebelión del general Nord Alexis, electo por la Asamblea Nacional el 21-12-02, extendiendo su período hasta el 02-12-08, es decir, seis años, otro récord moderno de permanencia, en el poder de un gobernante haitiano.

El presidente Nord Alexis/incurrió en la recurrencia nociva de intentar reelegirse, plaga azarosa y maldita que envanese a gobernantes de todos los países, subdesarrollados y desarrollados, una auténtica lacra sobre todo para los subdesarrollados sin instituciones que garanticen un proceso aceptable, y cometió error: relevar al poderoso general Antoine Simon de su comando del Sur, quien se rebeló, depuso a Simon, que se exilió en Jamaica, el 02-12-08, y 15 días después, la Asamblea Nacional proclamaba presidente a Simon.

Simon permaneció en el poder hasta el 02-08-11, cuando fue derrocado la fecha indicada por el general Cincinnatus Leconte, que solo permaneció en el puesto desde el 14-08-11 al 08-08-12, un año menos seis días, sucediéndole cuatro presidentes provisionales, Tancrede Auguste, Michel Oreste, Oreste Zamor, Davilmal Theodore y Vilbrun Guilaume Sam, en tan solo 24 meses.

Ante el desideatum político, Estados Unidos decidió intervenir en la persona del presidente Woodrow Wilson, el hombre de la «diplomacia de las cañoneras» para apuntar el Destino Manifiesto, y de frente ante la Primera Guerra Mundial que dos años después estallaría.

Wilson apoyo a un presidente títere en la persona de Sudre Dartiguenave, que permaneció siete años en el pode, desde el 12-08-15 hasta el 14-05-22, y quien firmó una Convención con Estados Unidos que controlaría las finanzas, Gendarmería, Higiene y Obras Públicas, pero los interventores pusieron en vigor la ley muerta de «prestación personal», mediante la cual obligaba a los campesinos a laborar seis días del año gratis para mantenimiento de las carreteras, que propició una rebelión liderada por Charlemagne Peralta, pereciendo en una emboscada el 01-11-09, pero la rebelión no fue sofocada sino un año después.

En abril 1922, el Consejo de Estado escogió a Luis Bornó como presidente de Haití, que permanecería en el poder hasta el 15-05-1930. Trujillo había ejecutado el golpe de Estado contra el presidente Horacio Vásquez, del que era jefe del Ejército, el 23 de febrero de ese año, y en lo sucesivo, todos los presidentes haitianos fueron sus títeres o de cualquier manera, sus grandes aliados y/o socios.