En este segundo estudio referente a la candidatura a la presidencia de Estados Unidos por el senador de Massachussetts del Partido Demócrata, John Kerry, programadas en las elecciones del dos de noviembre venidero, trataré acerca de los numeritos que les son harto favorables para coronar su propósito.

Conforme a como señalé en la entrega, la pérdida de empleos en la administración del presidente George Bush jr. ha sido de 2.7 millones, con un famélico, casi imperceptible, margen de recuperación a ese descalabro social nunca visto en USA desde el crak de 1929.

El déficit fiscal este año será del inaudito US$521 millones, mientras que el PIB apenas crecerá en un 4.2%, el mayor nivel desde 1989-99 en que fue de 4.3%. En 2003 fue de 3.1%. En 2000 el superávit récord fue de US$236,400 millones.

La aventura guerrerista de Iraq costará este año un promedio de US$87 millones mensuales, unos US$1,044 millones, acción iniciada por Bush jr. en marzo 2002 con el argumento, aún no probado, de que el entonces dictador Saddan Hussein disponía de armas de destrucción masiva y construía artefactos atómicos, algo que fue negado por el jefe de inspectores Hans Blix.

Inclusive Blix expresó luego de concluir su misión, que Bush jr. mintió descaradamente al pueblo norteamericano y al mundo, versión que fue refutada por la Casa Blanca argumentando que Saddan se proponía, no que disponía, realidades diferentes, construir armas de destrucción masiva.

Ese argumento, más la deplorable realidad económica por la que atraviesa Estados Unidos hoy, son motivos poderosos que esgrimirá Kerry para pulverizar a Bush jr. en su intento de reelegirse en el poder.

Inclusive podría ser una pieza clave en un proceso de impeachament, mecanismo legislativo de destitución del presidente, idéntico al que los demócratas obtuvieron en el caso Watergate con el presidente Richard Nixon, alias Dick El Embustero.

Un sondeo de The Washington Post divulgado el 12-02-03 reveló que un 48% de los encuestados cree que Bush jr. mintió al país cuando afirmó que Saddan disponía de armas de destrucción masiva para justificar su invasión a Iraq, cuando el propósito medular fue el usufructo del petróleo iraquí, la segunda reserva más grande probada del mundo y, además, detener el flujo del oro negro a la Unión Europea que le pagaba a Saddam en euros, no en dólares, poniendo en aprietos la supermación del signo monetario estadounidense que es sinónimo de hegemonismo a planetario.

Ese sondeo expresó que el 52% cree que Bush jr, es «honesto y confiable», mientras que el 54% cree que Bush jr. exageró la nota «o mintió», en relación a información de espionaje que dispensaría su gobierno relacionado con Irak.

Peor aún, The New York Times del 15-05-02 divulgaba en la edición de ese día, que el FBI sabía desde 1966 que Al Qaeda, la red terrorista de Osama Bin Laden, podría realizar atentados suicidas contra la sede de la CIA u otros edificios del gobierno.

La agencia española de noticias EFE divulgaba el 20-12-02, que por tercer año consecutivo, Wall Street, centro nervioso especulativo financiero número uno de Estados Unidos y del mundo, registraba índices hacia la baja y que por primera vez en 60 años, Standar & Poor`s, que para muchos es la mejor calificadora de riesgos, indicaba que los indicadores económicos han caído por tres años consecutivos de la economía estadounidense permanece estática, no obstante las cabriolas del gurú de la Reserva Federal (Banco Central), de reducir las tasas de intereses bancarios al medio por ciento, la economía no repunta.

«Presupuesto Pinocho», tildó The Washington Post en su edición del 03-02-04, en referencia a la irrealidad de su monto, del cual la mayoría de los norteamericanos no cree, en cuanto que habrá una reducción del déficit fiscal de US$364 mil millones contra US$521 mil millones que se asegura, como indiqué en otro párrafo, que en realidad será.

La firma de encuestas Pew reveló el 26-02-03, que el 43$ aprobó el manejo de Bush jr. en la economía, mientras que el 48% lo desaprobó, siendo la primera vez que esa firma de sondeos presenta un saldo negativo contra el presidente, alusivo a su desempeño económico.

Pero el desempeño económico adverso no lo es todo, aunque sí primordial, y faltan los escándalos de Enron divulgados en 2002, en que tanto Bush padre como Bush jr. son altos accionistas.

Todos esos señalamientos apuntan en una campaña electoral fácil para Kerry, aunque siempre se insiste en que no hay enemigo chiquito y que camarón que se duerme lo arrastra la corriente; pero de que Kerry las tiene todas consigo sobre Bush jr. no existe la menor de las dudas.