Hoy 
En declaraciones que recogieron los medios de comunicación el 23 del presente mes de febrero, el titular de las Fuerzas Armadas, teniente general EN José Miguel Soto Jiménez, precisó que el Plan Gavión sustituyó «hace tiempo» al Plan Exodo.
El Plan Exodo fue rubricado por el entonces titular de los institutos armados, teniente general Constantino Matos Villanueva, en 1993, y consistía en construir campamentos de refugiados haitianos en varios puntos estratégicos del país, que era, y sigue siendo un método perverso para socavar la soberanía dominicana, alentado por Estados Unidos, Francia y Canadá.
El Plan Gavión es contrario a ese propósito de forma diametral, y no admite bajo ninguna circunstancia, organizar campamentos de ningún tipo de refugiados, de ningún país, en territorio dominicano.
La Carta Sustantiva del 06-11-1844 define el rol preponderante de las FFA en su artículo 93 que nunca es ocioso reiterar, y que consigna:
«Las FFA son esencialmente obedientes y apolíticas y no tienen, en ningún caso, facultad para deliberar. El objeto de su creación es defender la independencia e integridad de la República, mantener el orden público y sostener la Constitución y las leyes. Podrán intervenir cuando así lo solicite el Poder Ejecutivo, en programas de acción cívica y en planes destinados a promover el desarrollo social y económico del país».
En lo concerniente a la defensa de la soberanía dominicana, la Constitución no lo explica de manera directa, pero sí taxativamente cuando alude el objetivo de la creación de los institutos castrenses que es «defender la independencia e integridad de la República»…
Conforme a ese ordenamiento, se supone que los altos mandos militares no tienen necesariamente que aguardar ningún tipo de instrucción del Presidente de la República, aunque de hecho es lógico que obedecen a sus instrucciones específicas y precisas, y sin un ápice de variación.
La versión nueva sobre el Plan Gavión, que por primera vez alude un alto jefe militar, en ese caso, el de mayor rango, constituye un hálito de seguridad al que se aferra la ciudadanía, precisamente en estos momentos en que exmilitares haitianos, liderados por Guy Phillippe, intentan derrocar al presidente Jean Bertrand Aristide, suceso que ocurrirá en cualquier momento, posiblemente antes de que esta entrega salga a la publicación.
Los institutos armados, el Ejército, que es su arma troncal principal y tradicional porque es la que reconoce el terreno, mientras que la Marina de Guerra reconoce el mar y la Fuerza Aérea el aire, guarnecen en lo más posible, la línea demarcatoria fronteriza de unos 225 kilómetros zigzagueantes, cuyos bornes muchas veces aparecen y en otras no, conforme no solamente a la versión del titular, sino también del jefe de Estado Mayor del arma de tierra, mayor general Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna.
Los nacionales haitianos que huyen del caos de su país son devueltos por las tropas del Ejército dominicano apostadas en la frontera, inclusive el caso del senador Pierre Prince Somson, que cruzó la frontera y fue cortésmente invitado a abandonar el país, instancia que cumplió abordando un jet que lo condujo hacia París, Francia, conforme informó el 23 de febrero el reportero de HOY, Pastor Vásquez.
Pese a los graves incidentes que ocurren en el vecino país, los dominicanos estamos hoy seguros, en relación a la preservación de nuestra soberanía nacional, interpretando las precisas declaraciones del titular de los cuerpos armados de la República, conforme a las cuales el protervo Plan Exodo fue eliminado de agenda y sustituido por el Plan Gavión, que es, y no otra cosa, que la preservación incólume de nuestro patrimonio soberano, libre é independiente, como lo soñó el Padre Inmaculado de la Patria, Juan Pablo Duarte.
