Ubi Rivas – Por los votos

Ubi Rivas – Por los votos

En días recientes, el ex-presidente de la República doctor Leonel Fernández, expresó que «este gobierno termina su mandato el 16 de agosto por las buenas o por las malas».

Será por los votos.

Los votos que abrumadoramente depositarán el próximo 16 de mayo los dominicanos para desembarazarse del peor de todos los gobiernos que hemos padecido los dominicanos.

Nunca avizoré ni remotamente pude intuir, que una persona que fue de mi estrecho afecto por más de tres décadas, y a quien reputaba de eficaz, harto superado, hiperquinético en el quehacer productivo, como lo demostró cuando se desempeñó, cierto que con abundantísimos recuerdos, como titular de Secretaría de Agricultura en el inolvidable gobierno del presidente Antonio Guzmán, podría variar al desastre de gobierno que ha ejecutado para perjuicio de todos, inclusive, el principal, el propio gobernante.

En efecto, y haciendo uso de versiones calificadas al margen de voceros políticos, siempre interesados, inicio la tanda de voces acusadoras con la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que tiene su sede en Quito, Ecuador, y que nos afirma que este año la inflación será del 40%, mientras el PIB apenas alcanzará un raquítico 1.3%.

La desconfianza generada por el cazurrismo del presidente Hipólito Mejía de enfrentar permanentemente las recetas tanto de los organismos crediticios internacionales como a los empresarios locales, productores de la riqueza nacional, se tradujeron en una colosal desconfianza que produjeron masivas repatriaciones de capitales, sin poder precisar nadie la cuantía de esa sangría postrante para la economía nacional.

Los motores dinámicos de la producción nacional se frenaron en la construcción un 8.1%, comercio 13.1%, transporte 7.7%, electricidad 6.6% y agropecuario 3.9%, esgrimiendo el oficialismo como excusa para este último descalabro el ardid de las inundaciones, que en verdad fueron desastrosas y que complementaron y se esfuerza en justificar, el desastre anterior de una ejecución pésima.

El desempleo que se ha elevado este año en un 16.4%, la deuda pública se elevó a un ominoso 17.9%, reveladora de una voracidad fiscal inmoderada ayuntada al propósito inviable y proditorio de la reelección.

La Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE) consideró que la devaluación del signo monetario dominicano en un 130% es una desgracia nacional.

El endeudamiento increíble de este gobierno presionará el Presupuesto 2004 absorbiendo un 32% de unos $40 mil millones que tendrán que destinarse a honrar esos compromisos nuevos, mientras el gasto corriente, creciente a diario, trepa en un 71% en los primeros meses de 2003.

Es decir, que el 60% del Presupuesto 04 destinará en pagos deudas y salarios de una nómina hipertrofiada y parasitaria de «compañeritos de la base ociosos, y prácticamente una miseria a generar riquezas en obras reproductivas.

La revista londinense The Economist advirtió sobre un posible default (cese de pagos) del gobierno dominicano a la banca internacional, y eso podría en efecto, suceder.

En una encuesta que divulgó a nivel internacional determinaba que el presidente Mejía es el peor valorado en América Latina, conjuntamente con Gonzalo Sánchez de Lozada de Bolivia, quien fue obligado a dimitir por una revuelta popular, y Jorge Batlle de Uruguay, Alejandro Toledo del Perú y omite a Jean Bertrand Aristide, que es la pústula más detestable del continente.

J. P. Morgan (léase Chasse Manhattan Bank) consignó que el presidente Mejía está más interesado en la reelección que en la estabilidad económica.

La firma de sondeos Hispana Research Corporation emitió el resultado de una encuesta que determina que el 71% de los consultados rechazaban la reelección del presidente Mejía.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas