Ubres de Novelastra
Un experimento narrativo con crítica social y política

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Está adobada con ironía y humor negro. Brandy en los pies y papel en el estómago es el ejemplo más emblemático de esa combinación con la que el autor relata la crueldad de una dictadura caribeña.

Con el “Columpio de nazis y bolcheviques” desnuda al monstruo llamado poder… que todo lo daña, que todo lo destruye, que todo lo aplasta.

Y con “Una hembrota con un americano” le pone sazón a la ardiente pasión de un húngaro y una mulata cubana.

Esas individualidades se convierten en el universo de Ubres de Novelastra, una novela-ensayo escrita por Federico Henríquez Gratereaux, en la que éste plasma sus críticas al sistema político imperante en el siglo XX y en ese contexto a la monstruosidad en sentido general.

La obra, presentada por entregas durante 14 meses en la sección de artículos de opinión de Hoy, tiene su origen en el testimonio de una mujer de ascendencia rusa que, en la década de 1960, habló con el autor sobre la desaparición de un hijo suyo que combatió en la Revolución de Abril de 1965,  y que probablemente terminó sus días en una prisión en las Islas Malvinas.

“Cuando yo conocí a esa señora,  todavía había muchos calieses de la era de Trujillo, entonces hubo uno que me dijo en la puerta de mi oficina, donde yo hacía la revista Debate,   que esa mujer traía  mala suerte”.

“Pero me quedé con esa historia en la cabeza, en el traspatio de la conciencia”.

El hilo conductor

El personaje principal de la novela es Ladislao Ubrique, un húngaro que quiere escribir sobre la historia del siglo XX, y quien conoce a un periodista dominicano que le cuenta sobre la existencia de una rusa que dejó en Cuba, donde vivió, documentos sobre la revolución bolchevique.

“Así es como se conecta ese universo, porque yo necesitaba que en una notaría de Santiago de Cuba hubiese un documento que hablara de lo que ocurrió en Rusia en  1920, pero que lo redactaron en la época del presidente Gerardo Machado, en 1933,  y que lo estaban leyendo en 1993 en el gobierno de  Fidel Castro, para que los tres tiempos marcharan juntos en la narración.

“Ladislao es un hombre de la Europa del Este que se enamora de la mulata Lidia, pero que no quiere causarle problemas en la dictadura de  Castro”.

Panonia, el nombre romano de Hungría, es otro personaje importante del relato. Se trata de una académica húngara que trabaja con Ladislao en su proceso de investigación histórica y con quien éste intercambia cartas sobre aspectos polémicos de la historia.

Pezones nuevos con leche espesa

Ubres de Novelastra es un título llamativo, y el autor lo sabe, porque lo eligió con premeditación y alevosía. Se impuso el periodista.

Al explicar la etimología de ese nombre dijo que novelastra es como una madrastra de la novela original, “como la de Cervantes, aquella que presenta los problemas primarios y fundamentales del hombre, los estamentos sociales, la ideología de moros, judíos y cristianos.

En la historia que dedica a “Pezones nuevos con leche espesa” plantea que ese tipo de narración se trivializó con el transcurso del tiempo, “por eso pensé que sería interesante escribir un libro con pezones nuevos, con lecha espesa, que le de a la gente otra vez una visión de lo importante, de lo profundo”.

La política en la obra

El autor no se considera ni de derecha ni de izquierda, porque entiende que ninguna de esas corrientes políticas han permitido la creación de un hombre nuevo, de un mundo con menos injusticias y desigualdades sociales.

Cuestiona al capitalismo porque utiliza la abundancia como espectáculo y, aunque el individuo no tenga dinero se le da una tarjeta de crédito para que se endeude, “ahora vemos los nefastos resultados con la crisis financiera global”.

Hombres solitarios

A Gratereaux no le da pena parodiar las conversaciones triviales de los hombres en el capítulo “Hombres solitarios en día libre”, pero su trampa radica en cuestionar, con sabroso humor, uno de los peores sentimientos de la humanidad: el racismo.

“Doctor Ubrique, las mulatas de Cuba tienen las nalgas en forma de trompo, por eso bailan tan bien, he visto en el archivo muerto la imagen impresa de una mulata  con la cabeza inclinada, greñas copiosas y tetas largas como zapote”.

“Debe ser algo parecido al  nacimiento de Venus, de Boticceli, porque una Venus es una Venus, no importa cuántos prejuicios puedan tener los europeos, raciales o de clase, lo cierto es que la existencia de los mulatos es asunto de carácter venéreo, y Venus actúa para que blancos y negros decidan aparearse”.

La cifra

2,000

Ejemplares.  Esta es la tirada de la primera  edición de Ubres de Novelastra.

Antecedentes

El autor

El 19 de septiembre de 1937 nació en Santo Domingo  Federico Henríquez Gratereaux. Sus padres eran Herminio Henríquez Pérez y Josefina Gratereaux. Este ensayista, educador y periodista fue   administrador  de Listín Diario de 1963 a 1966, secretario ejecutivo de la Liga de Asociaciones y Préstamos entre 1976 y 1978, director de relaciones públicas de la Presidencia en el gobierno de don Antonio Guzmán, de 1978 a 1982, y de la Universidad Católica Madre y Maestra.

 El autor, quien  es  miembro de la Academia Dominicana de la Lengua, en  1979 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña con la obra «La feria de las ideas». Sus artículos de opinión los ha publicado en Ultima Hora,  Listín Diario y Hoy.

En  1997 ocupó la dirección del periódico El Siglo. Entre sus obras se destacan “Peña Batlle y la dominicanidad”, “Un antillano en Israel”, “Negros de mentira y blancos de verdad” y “Cuando un gran estadista envejece”.

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