Ucrania: 35 muertos en un ataque ruso a base militar

Ucrania: 35 muertos en un ataque ruso a base militar

Rondas de misiles rusos se abatieron el domingo sobre una base de instrucción militar ucraniana cerca de la frontera con Polonia y murieron 35 personas. La instalación es un centro crucial para la cooperación entre Ucrania y los países de la OTAN que apoyan a Kiev ante el asalto de Moscú.

Fuerzas rusas lanzaron más de 30 misiles de crucero contra el amplio recinto, situado menos de 25 kilómetros (15 millas) de la frontera con Polonia, país miembro de la OTAN.

Polonia también es una ruta de tránsito para la ayuda militar occidental a Ucrania, y los ataques siguieron a las amenazas de Moscú de ir contra esos envíos. Un ataque tan cerca de la frontera estuvo cargado de simbolismo en un conflicto que ha revivido las viejas rivalidades de la Guerra Fría que dieron origen a la OTAN.

Desde que Rusia invadió Ucrania hace dos semanas, al menos 596 civiles han muerto, según la ONU, aunque se cree que el número real es mucho mayor. Millones más han huido de sus hogares.

Leópolis se ha librado en gran parte del nivel de destrucción registrado en otros lugares más al este, y se convirtió en destino de la gente que huía de las ciudades bombardeadas y lugar de tránsito para los casi 2,6 millones de refugiados que han huido del país.

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A pesar de contar con una mayor fuerza militar, Rusia ha batallado para avanzar en Ucrania debido a una resistencia más dura de lo esperado, reforzada por el apoyo armamentístico occidental. Las fuerzas rusas han sitiado varias ciudades y las han bombardeado, atacando incluso decenas de instalaciones médicas.

El gobierno de Ucrania dijo el domingo que al menos 85 niños han muerto hasta ahora. También falleció un periodista estadounidense y otro resultó herido cuando su automóvil fue atacado a tiros en un puesto de control ruso el domingo. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, enviará al asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan a Roma para reunirse el lunes con un funcionario chino, y el papa Francisco pidió la paz.

El campo de instrucción en Yávoriv, en Leópolis, parecía ser el objetivo más occidental atacado hasta el momento. La base militar, también conocida como Centro Internacional de Seguridad y Fuerzas de Paz, se utilizaba para entrenar a personal militar ucraniano, a menudo con instructores estadounidenses y de otros países occidentales.

El lugar también ha acogido maniobras de la OTAN y simbolizaba una queja persistente de Rusia: que la alianza de 30 miembros se acercaba cada vez más a las fronteras rusas. Una de las demandas de Moscú para poner fin a las hostilidades es que Kiev abandone sus ambiciones de unirse a la alianza militar.

La mayoría de los misiles “fueron derribados porque el sistema de defensa antiaérea funcionó”, indicó el gobernador de Leópolis, Maksym Kozytskyi. Los que lograron impactar dejaron al menos 35 muertos y 134 heridos, señaló.

Combatientes rusos también dispararon hacia el aeropuerto de Ivano-Frankivsk, una ciudad en el oeste de Ucrania situada a 250 kilómetros (155,34 millas) de la frontera con Eslovaquia y Hungría. El objetivo era “sembrar el pánico y el miedo”, dijo el alcalde, Ruslan Martsinkiv.

Pero los continuos combates en múltiples frentes generaron más miseria en el país el domingo y provocaron una renovada indignación internacional.

Un ataque aéreo alcanzó un tren con dirección oeste que evacuaba gente desde el este. Una persona murió y otra resultó herida, según el administrado regional de Donetsk.

Al norte, en la ciudad de Chernígov, una persona murió y otra resultó herida en un ataque aéreo que destruyó un bloque residencial, según los servicios de emergencias.

En la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, cerca del Mar Negro, las autoridades informaron que nueve personas murieron en los bombardeos. Mientras tanto, dijeron que los ataques aéreos rusos en un monasterio y un centro de actividades para niños en la región oriental de Donetsk dejaron 32 heridos.

Alrededor de la capital, Kiev, un importante objetivo político y estratégico para la invasión, los combates también se intensificaron, con bombardeos durante la noche en los suburbios del noroeste y un ataque con misiles el domingo que destruyó un almacén al este.

El administrador jefe de la región, Oleksiy Kuleba, dijo que las fuerzas rusas parecían intentar imponer un bloqueo y paralizar la capital, con bombardeos constantes sobre los suburbios.

Kuleba dijo que había agentes rusos activos en la capital y sus suburbios marcando posibles objetivos futuros. Prometió que cualquier asalto directo encontraría una firme resistencia y “nos preparamos para defender Kiev, y estamos preparados para luchar por nosotros mismos”.

Los líderes ucranianos y europeos han buscado que Rusia conceda pasos seguros a los civiles atrapados por los combates. Las autoridades ucranianas dijeron que el domingo se abrirían más de 10 corredores humanitarios, incluso desde la ciudad portuaria de Mariúpol, donde el ayuntamiento informó que 2.187 personas hasta el momento.

La estratégica ciudad portuaria ha sido escenario de algunos de los peores ataques y su captura podría ayudar a Rusia a establecer un corredor terrestre hacia Crimea, península que arrebató a Ucrania en 2014.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, informó por video que un convoy que transportaba 100 toneladas de ayuda humanitaria se dirigía a Mariúpol.

Zelenskyy acusó a Rusia de intentar fragmentar su país y comenzar “una nueva etapa de terror” con la supuesta detención del alcalde de una ciudad al oeste de Mariúpol.

“Ucrania resistirá esta prueba. Necesitamos tiempo y fuerza para romper la máquina de guerra que ha llegado a nuestra tierra”, declaró el presidente el sábado en su mensaje vespertino a la nación.

En Irpín, un suburbio a unos 20 kilómetros (12 millas) al noroeste del centro de Kiev, numerosos cadáveres yacían el sábado en las calles y en un parque.

“Cuando desperté en la mañana, todo estaba cubierto de humo, todo estaba oscuro. No sabemos quién está disparando ni dónde”, dijo el residente Serhy Protsenko mientras caminaba por su vecindario. Se escuchaban explosiones a la distancia. “No tenemos ninguna radio ni información”.

Zelenskyy ha alentado a su pueblo a que continúe resistiendo.

“No tenemos derecho a abandonar nuestra defensa por difícil que tal vez sea”, señaló. Más tarde el sábado, Zelenskyy informó que 1.300 soldados ucranianos han muerto desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero.

La primera ciudad importante en caer a principios de mes fue Jersón, un puerto vital en el Mar Negro de 290.000 habitantes.

Zelenskyy dijo el sábado que los rusos estaban recurriendo al chantaje y el soborno en su intento para obligar a las autoridades locales a formar una “pseudorrepública” en la región sureña de Jersón, similar a lo ocurrido en Donetsk y Lugansk, dos regiones orientales donde separatistas prorrusos comenzaron a luchar contra las fuerzas ucranianas en 2014.

Uno de los pretextos que el presidente Vladimir Putin utilizó para su invasión fue que tenía que proteger a las regiones separatistas.

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