Los enfrentamientos en el sureste podrían ser claves de la guerra. Si ceden defensas rusas, las fuerzas ucranianas pueden avanzar hacia la costa sur y dividir a fuerzas rusas en dos
La región de Zaporiyia en el sureste de Ucrania se ha convertido en el foco más reciente de batallas encarnizadas de la guerra, dijo ayer el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, mientras las fuerzas ucranianas siguen adelante con su contraofensiva. Shoigu dijo a oficiales rusos que Ucrania ha llevado al lugar brigadas de reserva entrenadas por los aliados occidentales de Kiev.
Los enfrentamientos en el sureste podrían ser una de las claves de la guerra. Si ceden las defensas rusas, las fuerzas ucranianas pueden avanzar hacia la costa sur y posiblemente dividir las fuerzas rusas en dos.
Las afirmaciones de Shoigu fueron corroboradas en parte por otros informes y evaluaciones de la campaña de Ucrania, iniciada hace tres meses para expulsar a las tropas del Kremlin.
Romper la segunda línea
A día de hoy, Ucrania habría superado en el frente de Zaporiyia la primera línea de defensa rusa, que era también la de mayor densidad de minas, y afronta ahora la tarea de romper una segunda línea donde Rusia habría cavado menos trincheras y sembrado menos artefactos explosivos. “La densidad de los campos de minas es más baja”, ha reconocido el portavoz del grupo operacional estratégico Tavria de las Fuerzas Armadas de Ucrania, a cargo de la zona sureste del frente, Oleksandr Shtupun. El portavoz militar ucraniano advirtió, sin embargo, de que “la cantidad” de minas sembradas por el enemigo en esta segunda línea de defensa “es aun así bastante grande».
Rusia niega avance Ucrania
Mientras, Rusia sigue negando el avance ucraniano, aunque reconoce que la situación es “tensa” en Zaporiyia y que Ucrania ha comenzado a enviar sus reservas estratégicas a la región a fin de conseguir algún éxito. Según Moscú, en ese sector del frente sus fuerzas lograron destruir por primera vez un tanque británico Challenger 2. Según el periódico The Guardian, sería de la primera vez que uno de esos blindados es destruido en combate.
Elevadas bajas
En tanto, ambos bandos suman cada día elevadas bajas entre acciones ofensivas y de defensa en el frente. Según el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, las fuerzas rusas “han ocasionado un número significativo de bajas a las unidades ucranianas” en los últimos tres meses. “Desde el comienzo de la llamada contraofensiva las bajas del enemigo superaron 66,000 personas y 7,600 equipos bélicos”, puntualizó al señalar que Kiev “intenta ocultar el fracaso de la ofensiva” con ataques a objetivos civiles, que presentan como victorias militares. Mientras, según el Estado Mayor General ucraniano, solo en la última jornada el Ejército ruso sufrió 560 bajas mortales, que llegarían a 265,000 desde el inicio de la guerra.
Sin paz a la vista
Cada vez más políticos advierten que la guerra no tiene solución diplomática en un futuro próximo. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó ayer, tras reunirse el lunes con su homólogo ruso, Vladímir Putin, que no ve perspectivas “prometedoras” de que la paz entre Rusia y Ucrania se logre en un futuro previsible.