Banderas ucranianas y rusas en una mesa previo al inicio de las negociaciones entre las delegaciones de Rusia y Ucrania en un inmueble de la región de Gómel, en Bielorrusia, el lunes 28 de febrero de 2022. (Sergei Kholodilin/BelTA Pool Photo via AP)
Ucrania — Una asediada Ucrania se esforzó el lunes para consolidar su vínculo con los países de Occidente pidiendo su ingreso a la Unión Europea, mientras la primera ronda de conversaciones entre los ucranianos y los rusos dirigida a poner fin a la guerra concluyó sin ningún pacto, pero con un acuerdo de seguir hablando.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy publicó fotografías donde aparece firmando la solicitud para ingresar a la UE, una acción en gran medida simbólica que podría tardar años en volverse realidad y que probablemente no le agradará al presidente ruso Vladimir Putin, quien acusa a los países de Occidente de intentar atraer a Ucrania a su órbita.
Funcionarios rusos y ucranianos sostuvieron su reunión en el 5to día de la guerra bajo la sombra de las amenazas nucleares de Putin, y mientras la invasión de Ucrania por parte de Moscú choca con una resistencia inesperadamente feroz y las sanciones occidentales empiezan a causar estragos en la economía de su país.
Lee más: Rusia asegura que tiene potencial para hacer frente a las sanciones
Un asesor de alto rango de Zelenskyy, Mykhailo Podolyak, comentó que las conversaciones, celebradas cerca de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, se enfocaron en un posible cese del fuego y señaló que una segunda ronda podría ocurrir en el “futuro cercano”.
En tanto, un alto asesor de Putin y quien encabeza la delegación rusa, Vladimir Medinsky, dijo que las discusiones habían durado casi cinco horas y que los enviados “encontraron ciertos puntos en los que se podían prever posiciones comunes”. Comentó que acordaron continuar las conversaciones en los próximos días.
Al término de las conversaciones, se escucharon varias explosiones en Kiev, aunque no se dieron a conocer inmediatamente los detalles. Los soldados rusos, que están atacando Ucrania en múltiples frentes, avanzaban lentamente hacia la capital, de casi 3 millones de habitantes, y se encontraban a unos 25 kilómetros (15 millas) del centro de la ciudad, según un alto funcionario de defensa estadounidense que habló bajo condición de anonimato para discutir las evaluaciones militares.
Los mensajes dirigidos a los soldados rusos que avanzaban aparecieron en vallas publicitarias, paradas de autobús y señales electrónicas de tráfico por todo Kiev. Algunos utilizaban palabras soeces para animar a los rusos a marcharse. Otros apelaban a su humanidad.
“Soldado ruso: ¡Alto! Recuerda a tu familia. Vete con la consciencia limpia”, se leía en uno de los letreros.
Pero según videos publicados en las redes sociales, caían proyectiles del Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, y los videos mostraban a edificios estremecidos por los cañoneos. Las autoridades en Járkiv informaron que por lo menos siete personas murieron y decenas resultaron heridas, pero advirtieron que ello podría aumentar.
“Ellos querían tener un blitzkrieg y fracasaron, así que ahora actúan de esta manera”, expresó Valentin Petrovich, un habitante de la ciudad de 83 años, quien pidió no usar su apellido por temor a represalias.
Las fuerzas rusas niegan estar atacando zonas residenciales, pese a evidencia abrumadora de que viviendas, escuelas y hospitales están siendo bombardeados.
Por segundo día consecutivo, el Kremlin hizo surgir el espectro de la guerra nuclear, informando de que sus fuerzas nucleares terrestres, aéreas y marítimas habían sido puestas en alerta máxima tras la orden de Putin del fin de semana. Y redoblando su retórica, el mandatario ruso denunció a Estados Unidos y sus aliados como un “imperio de la mentira”.
Para muchos, la alerta nuclear máxima despertó recuerdos de la crisis de los misiles de Cuba de 1962 y el temor de que Occidente pudiera verse arrastrado a un conflicto directo con Rusia.
Sin embargo, un alto funcionario de defensa estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, dijo que Estados Unidos aún no había visto ningún cambio apreciable en la postura nuclear de Rusia.
A medida que las sanciones a los bancos rusos y otras instituciones se afianzaban, el Banco Central de Rusia se apresuró a apuntalar el hundimiento del rublo, y Putin firmó un decreto sobre las divisas, en un intento de estabilizar el rublo.
Pero eso no sirvió para calmar los temores de los rusos. En Moscú, la gente hacía cola para retirar dinero en efectivo, ya que las sanciones amenazaban con hacer subir los precios y reducir el nivel de vida de millones de rusos.
Mientras tanto, en toda Ucrania, las familias aterrorizadas se acurrucaban durante la noche en refugios, sótanos o pasillos.
“Estoy rezando para que esas negociaciones tengan éxito, que lleguen a un acuerdo, que se acabe la matanza, que se acabe la guerra”, declaró llorando Alexandra Mikhailova, quien sujetaba a su gato en un refugio improvisado en la ciudad de Mariupol. A su alrededor, varios padres trataban de consolar a sus hijos y mantenerlos cobijados.
El jefe de derechos humanos de la ONU dijo que al menos 102 civiles han muerto y cientos han resultado heridos en más de cuatro días de combates -advirtiendo que esa cifra es probablemente un recuento insuficiente- y el presidente de Ucrania informó que al menos 16 niños estaban entre los muertos.
Más de medio millón de personas han huido del país desde la invasión, según otro funcionario de la ONU, y muchas de ellas se han dirigido a Polonia, Rumania y Hungría. Y millones más han abandonado sus hogares.
Las negociaciones del lunes se celebraron en una larga mesa con la bandera ucraniana azul y amarilla a un lado y la tricolor rusa al otro.
Pero mientras que Ucrania envió a su ministro de Defensa y a otros altos funcionarios, la delegación rusa estaba encabezada por el asesor de Putin en materia de cultura, un enviado poco probable para poner fin a la guerra y quizás una señal de la seriedad con la que Moscú ve las conversaciones.
No quedó claro de inmediato qué busca Putin en las conversaciones, o en la propia guerra, aunque los funcionarios occidentales creen que quiere derrocar al gobierno de Ucrania y reemplazarlo con un régimen propio, reviviendo la influencia de Moscú de la época de la Guerra Fría.
Además, la Asamblea General de la ONU, compuesta por 193 países, abrió su primera sesión de emergencia en décadas para tratar la invasión de Ucrania, y el presidente de la Asamblea, Abdulla Shahid, pidió un alto el fuego inmediato, la máxima contención de todas las partes y “el pleno retorno a la diplomacia y el diálogo”.
En otros combates, los puertos estratégicos del sur del país fueron asaltados por las fuerzas rusas. Mariupol, en el mar de Azov, está “aguantando”, dijo el asesor de Zelenskyy, Oleksiy Arestovich. Un depósito de petróleo fue bombardeado en la ciudad oriental de Sumy. Los manifestantes ucranianos se manifestaron contra la invasión de las tropas rusas en el puerto de Berdyansk.
En una guerra que se libra tanto sobre el terreno como en línea, los ciberataques afectan a las embajadas ucranianas en todo el mundo y a los medios de comunicación rusos.
A estas alturas, a Ucrania le faltan muchos años para alcanzar los estándares para lograr la adhesión a la UE. La incorporación al bloque de 27 naciones debe ser aprobada por unanimidad.
En general, el consenso ha sido que la arraigada corrupción de Ucrania podría dificultar la aceptación del país en la UE. Aun así, en una entrevista con Euronews el domingo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo: “Los queremos en la Unión Europea”.