En su retirada, rusos tuvieron que abandonar parte de su equipo y vehículos e incluso soldados cruzaron a nado el río
El Ejército ucraniano expulsó ayer a las tropas rusas más allá del río Séverski Donets, que cruza el Donbás y que es clave para el control de las regiones de todo el este del país, incluido Járkov.
“Entramos en una nueva y larga fase de la guerra. Para vencer debemos planificar los recursos, no cometer errores y calcular nuestras fuerzas para que el enemigo se rinda”, dijo el ministro de Defensa ucraniano, Alexéi Réznikov.
La esperada contraofensiva ucraniana parece dar sus primeros frutos, aunque se desconoce si el repliegue ruso es parte de una estrategia para ahorrar fuerzas y lanzar el ataque final contra los bastiones militares ucranianos en la región de Donetsk.
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Réznikov habló de una “derrota estratégica” de Rusia al no lograr para el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, el 9 de mayo, los objetivos que se marcó en esta campaña militar.
Según Ministerio de Defensa, la artillería ucraniana logró detener el avance del enemigo en su intento de cruzar dicho río, que tiene más de mil kilómetros de largo. El Ejército ruso sufrió numerosas pérdidas, ya que sus fuerzas se vieron separadas a ambos márgenes de la vía fluvial, tras lo que tuvieron que retirarse. En su retirada, rusos tuvieron que abandonar parte de su equipo y vehículos e incluso algunos soldados se vieron obligados a cruzar a nado el río.