Confirmó que puso en marcha otra misión para sacar a gente atrapada por combates en Mariúpol y en la acería de Azovstal
Sin posibilidades de mediar para detener la guerra en Ucrania, la ONU ha convertido en su gran prioridad las operaciones de evacuación de civiles de las zonas más castigadas, principalmente la ciudad oriental de Mariúpol, mientras continúa denunciando los horrores que se viven en el país como consecuencia de la invasión rusa.
La organización confirmó que ayer puso en marcha otra misión para sacar a gente atrapada por los combates en Mariúpol y en la acería de Azovstal, el último reducto de la resistencia ucraniana en esa área estratégica y donde Kiev dice que continúa el asedio ruso pese a que Moscú había prometido tres días de tregua para facilitar las evacuaciones.
La operación se lleva a cabo junto al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), al igual que las otras dos efectuadas esta semana, que han permitido evacuar a casi medio millar de personas, de las que al menos un centenar se encontraban en la estratégica planta.
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“Una tercera operación está en marcha, pero es nuestra política no hablar de los detalles antes de que concluyan para no perjudicar las posibilidades de éxito”, anunció ante el Consejo de Seguridad el secretario general de la ONU, António Guterres.
El jefe humanitario de Naciones Unidas, Martin Griffiths, precisó por su parte que esta misión busca sacar más civiles de Mariúpol, incluida Azovstal.
“Espero que la continua coordinación con Moscú y Kiev lleve a más pausas humanitarias para permitir la salida segura de los civiles de los combates y que la ayuda llegue a aquellos en necesidad crítica”, señaló Guterres.
La evacuación de civiles de Mariúpol es por ahora el único resultado visible de las visitas que hizo la semana pasada a Moscú y Kiev, donde se reunió con los presidentes ruso, Vladímir Putin, y ucraniano, Volodímir Zelenski.
Hoy, ante el Consejo de Seguridad, Guterres dejó claro que visitó la región siendo consciente de “las realidades sobre el terreno».