BRUSELAS (AFP).- Los ministros del Interior europeos acordaron el miércoles en Bruselas, seis días después de los atentados de Londres, adoptar rápidamente las medidas anti-terroristas enunciadas hace un año tras los ataques de Madrid y expresaron su preocupación por el recurso a los kamikazes en Europa.

   «Estamos decididos a acelerar nuestro trabajo con objeto de poner en marcha las medidas necesarias para dificultar la tarea de los terroristas», declaró el ministro británico, Charles Clarke, quien presidió la reunión.

   Mientras se celebraba el encuentro, 174 personas eran detenidas durante una operación policial preventiva contra círculos islamistas en toda Italia y se confirmaba que los presuntos autores de los atentados de Londres eran jóvenes británicos, de origen paquistaní, que aparentemente llevaban una vida corriente y estaban bien integrados en el país.

   El recurso a kamikazes, si Scotland Yard lo confirmase, sería «una primicia en Europa» y para combatirlo sería necesario «adaptar la estrategia europea», lo que implica «reforzar la vigilancia de los lugares de cultos» y «ser intolerantes con los imanes radicales», recalcó el ministro francés, Nicolas Sarkozy.

   En Londres, el primer ministro británico Tony Blair dio un paso en ese sentido, dejando entrever el fin de la casi total libertad de expresión que gozan los predicadores islamistas radicados en el país, y afirmó que tiene la intención de expulsar «a los que inciten al odio».

   La polémica llegó de mano de Sarkozy, según el cual una parte de los sospechosos de los atentados habían sido objeto de «una arrestación parcial en la primavera (boreal) de 2004», una declaración inmediatamente desmentida por Clarke por «carecer de fundamento».

   Al término de una reunión de tres horas, los ministros adoptaron una declaración en la que subrayan que «los ataques terroristas son una afrenta a los valores universales en los que está fundada la Unión Europea» y se comprometieron a acelerar la aplicación del plan de acción anti-terrorista de la UE.

   Después de los atentados de Madrid en marzo de 2004, los dirigentes europeos presentaron una sarta de propuestas legislativas que abarcan desde la delincuencia hasta el terrorismo.

   Algunos textos fueron adoptados, como el control del dinero en metálico que entra o sale de la UE, que deberá ser declarado si sobrepasa los 10.000 euros (12.000 dólares), pero otros se quedaron en un mero proyecto.

   Los ministros se han propuesto aprobar otras iniciativas antes de finales de año, entre las que destaca una legislación de acceso a los datos telefónicos y electrónicos, que en principio afectaría a los teléfonos fijos y móviles, a los mensajes de texto o al correo electrónico, entre otros.

   Se trata de que las operadoras conserven durante un año como mínimo varios datos -como el emisor, el destinatario o la hora-, con la excepción del contenido de la comunicación.

   Este texto, que tropieza con críticas por su costo y su repercusión en la vida privada, «tiene que adoptarse urgentemente», insistió Sarkozy.