BRUSELAS.  AFP.  Los líderes europeos ratificaron ayer en su cumbre de Bruselas la determinación de encontrar un acuerdo para fin de año sobre un ambicioso plan de acción de la Unión Europea (UE) contra el cambio climático, aunque no ocultaron sus preocupaciones por las consecuencias para sus industrias y los posibles efectos negativos de los biocombustibles.

  España logró que el proyecto del presidente  Nicolas Sarkozy de «Unión para el Mediterráneo» aprobado el jueves reconozca al «Proceso de Barcelona» en su futuro nombre, según las conclusiones de la cumbre sobre esa idea para reforzar las relaciones de la UE con sus vecinos del sur.

 Los 27 líderes reunidos  manifestaron además su «preocupación» por el alza espectacular del euro, que sigue batiendo récord y el jueves se situó a 1,56 dólares.  «Ha habido una expresión de preocupación. Sería inconcebible» que no fuera de este modo, dijo Sarkozy, mientras el presidente de la Comisión Europea  manifestaba su confianza en que el Banco Central Europeo garantice la «estabilidad financiera”.

Líderes del área

En cuanto a la lucha contra el cambio climático, la UE reiteró su intención de mostrarse líder mundial en el área, aunque no quiere «costos excesivos para los Estados miembros», por ejemplo, traslados de industrias a países con normas medioambientales más flexibles.  «Nos comprometimos a terminar las negociaciones sobre ese paquete (de medidas) antes de fin de año».