BAGDAD. AP. Una oleada de atentados con automóviles sacudió ayer  barrios mayormente chiíes de Bagdad, dejando 66 muertos en la muestra más reciente de la intensa violencia sectaria que sacude a Irak.   

Los atentados son el último indicio de que la seguridad en el país se está deteriorando rápidamente a medida que aumentan las tensiones sectarias, exacerbadas por meses de manifestaciones antigubernamentales suníes y la guerra civil en la vecina Siria.   

Irak ha sufrido una campaña de atentados que ha provocado la muerte de más de 350 personas tan solo en las últimas dos semanas.  

Ningún grupo se atribuyó la responsabilidad de los atentados del lunes, pero los ataques llevan la marca de la rama iraquí de al-Qaida. El grupo, llamado Estado Islámico de Irak, utiliza con frecuencia vehículos cargados de explosivos y ataques coordinados en un esfuerzo por minar la confianza de la población iraquí.