LA HABANA (EFE).- Disidentes cubanos se mostraron ayer satisfechos por la decisión de la Unión Europea (UE) de renovar las medidas diplomáticas de presión contra el gobierno de Fidel Castro aprobadas el pasado año por la represión contra la oposición.

«La UE ha debido renovar su posición debido, no sólo a la falta de respuesta positiva de parte del gobierno de Cuba, sino al hecho visible de que la situación de los derechos civiles, políticos y económicos continúa empeorando en nuestro país», dijo a EFE Elizardo Sánchez, líder de una ilegal Comisión de Derechos Humanos.

Según Sánchez, la Unión Europea «está marcando distancias respecto al gobierno de Cuba mientras se pone del lado del pueblo cubano».

Vladimiro Roca, de la plataforma Todos Unidos, consideró positiva la decisión del Grupo de los 25 y opinó que «no podían hacer otra cosa, porque el gobierno cubano sigue empeñado en mantener un aislamiento del mundo».

La postura de «aislamiento» que, según Roca, mantiene el régimen comunista de Fidel Castro «esa totalmente absurda, porque el mundo no necesita de Cuba para seguir adelante, pero Cuba sí necesita de la ayuda y la solidaridad del concierto de las naciones, incluso si quiere seguir con el actual modelo».

Para contar con la colaboración internacional, Cuba «tiene que mejorar el respeto a los derechos humanos y nuestra apreciación es que no va a mejorar», señaló Roca en declaraciones a EFE.

El Consejo de Relaciones Exteriores de la UE ratificó hoy la vigencia de la Posición Común, que marca desde 1996 los objetivos de su relación con Cuba: democratización pacífica, promoción de los derechos humanos y libertades fundamentales y mejora de las condiciones de vida de los cubanos.

El Consejo constató la «decepcionante falta de progresos del Gobierno cubano» hacia la consecución de estos objetivos desde la última evaluación de la Posición Común, en julio del pasado año.

Los ministros europeos acordaron mantener las medidas decretadas en junio de 2003 en protesta por las condenas de hasta 28 años impuestas a 75 disidentes y la ejecución de tres secuestradores de una embarcación tras un juicio sumarísimo.

Las sanciones políticas aprobadas el pasado año incluyen la reducción de las visitas oficiales a la isla y la invitación de disidentes a las celebraciones de las fiestas nacionales en las embajadas de la UE en La Habana.

El documento aprobado hoy incluyó también una novedosa censura implícita al embargo que Estados Unidos aplica a la isla desde hace más de 40 años.

La UE destacó también la importancia del «diálogo» con las autoridades cubanas y anunció que «permanece abierta al restablecimiento de dicho diálogo», cortado por La Habana el pasado año en respuesta al endurecimiento de la política europea.