Bruselas.  EFE.  La Unión Europea ultima un pacto para impulsar la competitividad de la región, en el que se suavizarían algunas de las polémicas ideas iniciales de Alemania para evitar el rechazo de otros socios, informaron ayer fuentes diplomáticas.   Los expertos de los estados miembros debatieron ayer en Bruselas el borrador preparado por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y constataron el “amplio consenso, prácticamente unánime” que suscita el texto, que está previsto que sea aprobado por los líderes de la Eurozona en la cumbre extraordinaria del viernes.  

Aunque aún podría sufrir cambios antes de su aprobación, el texto, rebautizado como “pacto por el euro” para evitar una denominación demasiado asociada al pacto por la competitividad de Alemania, determina una serie de áreas de competencia nacional sobre las que los estados deberían actuar, pero sin señalar compromisos obligatorios.   

En concreto, establece la necesidad de vigilar la evolución de los costes salariales y de compararlos con los de otros competidores para evitar una merma de la competitividad, pero evita mencionar la eliminación de la indexación automática de los salarios en función de la inflación, como quería Berlín.   Por el contrario, el texto dice que cada país será responsable de decidir qué medidas aplicar.