Última competencia olímpica de Almudena

Última competencia olímpica de Almudena

ELMUNDO.ES.   El próximo sábado, cuando salte al tatami, (colchoneta) lo primero que hará Almudena Cid será dirigir su vista hacia la grada. Su novio, el televisivo Christian Gálvez, estará allí para animarla en su adiós a la competición olímpica tras once años de carrera que la encumbran como la gimnasta más veterana de la Historia.

Acude a Pekín con un sueño: “Acabar con mi trayectoria deportiva y luego, cambiar de vida. Una vez más, estaré entre las mejores. No tengo miedo a las chinas, sí a las de la antigua URSS”. Precisamente una rusa, la fallecida Oksana Kostina, es el ídolo de Almudena, una gimnasta que antepone “técnica y elegancia a contorsionismo. Las rusas actuarán con mazas de las que penden adornos, yo prefiero integrar el aparato a mi cuerpo, que forme parte de mí. Hay gente que, sin entender de rítmica prefiere mi estilo”. 

Parte de la elegancia de la que habla estriba en el aspecto que lucirá en los Juegos, algo que utiliza para “conquistar a público y jueces. Es indudable que llegas más a la gente si cuidas tu imagen”, afirma. Ella misma, al igual que todas sus colegas, será la encargada de maquillarse antes de competir, “si el maquillaje se va, con la adrenalina ¡ni lo noto!”. Para la cita que implica el broche de oro a un historial deportivo brillante, la Almudena  contará con la música de Víctor Ullate, que le ha regalado la sintonía de uno de sus espectáculos para su exhibición. Aspira a “conseguir el diploma olímpico”, confiesa que no opta a medallas.

“Los días anteriores estaré ansiosa porque llegue el momento”, reconoce. 

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