Antes y durante la última década de la tiranía de Trujillo, la sociedad dominicana era sacudida frecuentemente por epidemias de conjuntivitis, enfermedades prevenibles por vacunas, infecciosas, parasitarias, de transmisión sexual y patologías cardiovasculares.
Es que el dominicano era un país con bajos niveles de escolaridad y, en algunas zonas, la gente vivía en condiciones casi primitivas, reconoce el doctor Héctor Mateo, quien fue médico sanitario en esa época y estuvo en la Zona Fronteriza: El Cercado, Elías Piña, Hondo Valle, Bánica y Pedro Santana.
La tuberculosis pulmonar hacía estragos, y los enfermos eran rechazados. Eran también comunes el tétanos, el sarampión, la sífilis, la uncinariasis, el paludismo, la tos ferina y la difteria, estaban a la orden del día.
La mortalidad. En 1960 la tasa de mortalidad general en el país era de 16.6% y la tasa infantil era de 142.6 por cada 1,000 nacidos vivos. La esperanza de vida al nacer era de 48.4 años, aumentó a 52 años en 1970 y en la actualidad es de 65 años para los hombres y 72 para las mujeres.
Los datos para los años 60 están contenidos en un estudio realizado por los doctores México Ángeles y F. Thorman y Amiro Pérez Mera, en el año 1970.
En este año 2011, la mortalidad infantil es de 32 por cada 1,000 nacidos vivos, la mortalidad materna es superior a los 158 por cada 100 mil nacidos vivos y la mortalidad general es de 154 por cada 100 mil nacidos vivos.
En la última. década de la tiranía, no había prevención en salud y escasas personas visitaban al médico, se decía: -José está muy grave, está de médico-, cuenta el doctor Mateo, en su libro Reflexiones y Anécdotas.
El doctor Manuel Eduardo Valdez Guerrero, quien tiene 94 años edad y 60 de ejercicio especializado en oftalmología, recuerda que un médico cobraba RD$10,00 por una consulta, hoy día algunos especialistas llegan a cobrar hasta RD$6, 000,00.
Valdez Guerrero recuerda que el entonces hombre fuerte de la República Dominicana recetaba mucho la Cortisona, un fármaco que estaba en boga para la época y que puede ser usado como anti-inflamatorio y para tratar los síntomas producidos por un brusco descenso de los niveles de corticoides en el organismo.
Los partos. Las mujeres alumbraban con comadronas en sus casas y si había problemas para el nacimiento, el parto se realizaba con la ayuda de forceps, que era muy traumático y provocaba con frecuencia la muerte del niño y de la madre. Por la elevada mortalidad infantil, en la zona rural eran frecuentes los baquiníes o cantares en los velorios infantiles. La mayoría de los partos los hacían las comadronas. La distocia en el parto y las infecciones posparto aumentaban la mortalidad.
El sistema era muy primitivo y muchas enfermedades eran prevenibles, no había tradición de ir a médicos y en la zona rural, donde vivía la mayoría de la población, las personas tomaban remedios caseros y muchos iban a curanderos.
Morbilidad
Había una alta incidencia de enfermedades parasitarias, lo que provocaba anemia casi generalizada en poblaciones rurales, de acuerdo a datos del VI congreso médico, en el cual Rafael Leónidas Trujillo Molina fue nombrado presidente de honor. Este libro pertenece a la biblioteca del doctor Santiago Castro Ventura, investigador médico y reputado pediatra, quien colaboró para la redacción de esta entrega.
Llevados en literas
Las enfermedades parasitarias mermaba el ánimo de la población. La gente era transportada en literas a hospitales como el San Vicente de Paúl, de San Francisco de Macorís. La difteria, la sífilis, la buba, el paludismo, el tetanos, el sarampión y las conjuntivitis eran muy frecuentes.
Del anecdotario
Si un guardia te paraba, tenías que presentarle la cédula, el carnet del Servicio Militar Obligatorio y el de «La Palmita» del Partido Dominicano, los tres documentos básicos a los que se les llamó -«Los tres golpes», pero con el purgante para matar la urcinaria, eran cuatro golpes, recuerda en doctor Mateo, quien fue médico sanitario en San Cristóbal.
Gran parte de la población dominicana, especialmente en la zona rural, andaba descalza, en la época, la Fundación Rockefeller patrocinó una campaña para la erradicación de la urcinariasis y dotar a la población de calzados.
El tratamiento de la uncinariasis, para esa época, requería un medicamento que se daba en tres fases, acompañado de su respectivo purgante, recuerda Mateo.
Los prostíbulos
Durante la época del Jefe, los prostíbulos eran zonas de tolerancia. Las mujeres prostitutas eran examinadas todas las semanas, el médico sanitario llevaba un espéculo, las examinaba y además, tenía que hacer funciones de médico legista y de médico de la cárcel, cuenta el afamado cardiólogo, quien ejerció e hizo en pasantía en la región fronteriza.
Salarios
Un jefe de servicio ganaba un salario de RD$200,00, en la actualidad, un especialista devenga un sueldo de RD$34,000,000, asegura el doctor Manuel Eduardo Valdez Guerrero, oftalmólogo. Hace 50 años una consulta costaba 10 pesos, ahora hay médicos que cobran entre RD$4000 y RD$6,000,00. Nuevas enfermedades han llevado a que se realicen cambios en el sistema, no había Sida, el virus HIN1 afectó al mundo en el 2009, la diabetes se convirtió en pandemia y las enfermedades cardiovasculares y las renales han ganado terreno. Resurgió la poliomielitis, con un pequeño brote en el año 2000, el cólera volvió en el 2010..
Código Trujillo
Si las personas no cumplían con la vacunación podían ser castigados con multas de cinco a RD$25,00 pesos y encarcelamiento de cinco a 25 días. En ese tiempo se le pondría la vacuna en cautiverio.
El Código Trujillo establecía la obligatoriedad de vacunarse contra la viruela,la fiebre tifoidea y la paratifoidea.
Para contraer matrimonio se exigia el «Certificado Prenupcial de Salud».
La tesis de grado denominada Medicina Dominicana durante La Era de Trujillo, 1930-1961, un análisis socio histórico, sustentada por los doctores José Ramón Polonia Acosta, Luis A. Mendieta Díaz y Salvador Alcanzar, en el año 1986, recoge parte de estos datos.
Para presentar y aprobar la tesis de grado, de cualquier profesión, en la Universidad, era compulsiva la dedicatoria del trabajo al Generalísimo Trujillo Padre de la Patria Nueva.
La Medicina se ejercía por verdadera vocación.