Ultima semana campaña EU se centra en estados claves

Ultima semana campaña EU se centra en estados claves

WASHINGTON (AFP).- El presidente estadounidense George W. Bush y su rival demócrata John Kerry, empatados en las encuestas, inician la última semana en su carrera por la Casa Blanca, que se juega en un puñado de Estados clave.

   Uno de los botines que se disputan ambos candidatos es el Estado de Florida (sudeste), donde el vencedor en los comicios del 2 de noviembre se llevará 27 grandes electores, el 10% de los necesarios para convertirse en presidente en virtud del sistema de sufragio indirecto estadounidense.

   Bush realizó en ese Estado cuatro actos de campaña el sábado y Kerry fue allí el domingo para asistir a misa en una iglesia de la comunidad negra y pronunciar un discurso sobre «la fe y los valores», temática muy importante para los conservadores.

   Pero Kerry no se quedó en ese tema y señaló que se asegurará de que en los comicios del 2 de noviembre «todos los votos sean contados».

   «Nos aseguraremos de que esta vez, no solamente cada voto cuente, sino todos los votos sean contados», afirmó Kerry en un discurso pronunciado en una iglesia de Broward, Florida, Estado que hace cuatro años fue escenario de un polémico recuento de votos que llevó a Bush a la Presidencia.

   Según la publicación especializada en medios Editor and Publisher, la mayoría de los grandes diarios de Florida apoyan a Kerry, al igual que influyentes periódicos del resto del país como The New York Times y The Washington Post.

   En cambio, Bush concita el apoyo de dos diarios de otro Estado muy codiciado, Ohio (norte), en las ciudades de Columbus y Cincinnati.

   En un movimiento simétrico al de Kerry, Bush dejó Florida rumbo al sudoeste, visitado el sábado por su rival demócrata, para asistir a un mitin en Alamogordo, Nuevo México.

   Entrevistado por el canal Fox News, el presidente insistió también en el vago peligro de atentado terrorista que pesa sobre Estados Unidos, más de tres años después de los ataques contra Nueva York y Washington. Sin embargo, eludió precisar la duración de esta amenaza. «Está flotando en el aire», afirmó.

   Los dos candidatos se encuentran en un virtual empate estadístico en las encuestas nacionales.

   Según un sondeo de ABC News difundido este domingo, Bush concita 49% de las preferencias de los electores que tienen previsto ir a votar y Kerry el 48%. La ventaja en favor del republicano es menor que el margen de error de la encuesta, de más o menos 2,5 puntos porcentuales.

   Otro, difundido el sábado por la revista Newsweek, atribuye 48% a Bush y 47% a Kerry, con un margen de error de 4%.

   Mientras tanto, Kerry parece beneficiarse de una ligera ventaja cuando en lugar de tomarse en cuenta las intenciones de voto se consideran los grandes electores, desigualmente distribuidos entre los Estados en virtud de su distinto peso económico y demográfico.

   Si esta tendencia se confirma, podría ocurrir lo mismo que en las elecciones de 2000, cuando el candidato vencedor no fue el que obtuvo mayor cantidad de votos, sino el que consiguió más grandes electores. Aunque esta vez, los beneficiados serían los demócratas y no el republicano Bush.

   Uno de los principales consejeros de John Kerry, Bob Shrum, se muestra muy confiado y declaró a ABC que cuenta con obtener 300 grandes electores, muchos más de los 270 necesarios.

   El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Bartlett, en cambio, estimó que el ganador volverá a ser Bush. «Venceremos en todos los (30) Estados donde ganó en 2000, más algunos Estados clave conquistados por (el demócrata) Al Gore en 2000», afirmó.

   El lunes, un nuevo actor de peso se sumará a la campaña: el ex presidente demócrata Bill Clinton (1993-2000), que acompañará a Kerry a Filadelfia, capital de otro Estado disputado, Pensilvania (nordeste).

   «Clinton tiene una gran influencia sobre la base del Partido Demócrata. La energizará. Tiene índices (de popularidad) asombrosos, índices casi increíbles entre los afroestadounidenses, por ejemplo. Así que creo que aportará una energía enorme a la base del Partido Demócrata», dijo Tad Devine, asesor de Kerry, a Fox News.

   Por su parte, los republicanos ven esta intervención de Clinton, operado del corazón hace sólo seis semanas, como un gesto de desesperación en el bando de Kerry.

   «El hecho de que John Kerry haya tenido que sacarlo rodando desde el quirófano a la campaña prueba algo revelador, y es que no está teniendo un buen desempeño en sectores clave de su propio electorado», dijo Bartlett a Fox.

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