En el último adiós este miércoles a doña Rosa Gomez, esposa del expresidente Hipólito Mejía, el presidente de la República Luis Abinader y su esposa, la primera dama Raquel Arbaje, encabezaron la guardia de honor frente al féretro en Jardín Memorial.

En un ambiente matizado por el llanto y el dolor, el primer mandatario de la nación y su esposa acompañarona la familia Mejía Gómez en la despedida a la morada eterna de doña Rosa.

Los lentes de la prensa captaron la tristeza de los familiares y amigos de doña Rosa, la mujer que por casi 60 años estuvo al lado del expresidente Mejía, con un perfil bajo y, considerada por muchos, como una dama fuerte, valiente y solidaria.

Junto al presidente Abinader y Arbaje, le acompañaron, además, la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, el presidente del Senado, Eduardo Estrella, entre otras personalidades del ámbito político y empresarial.

Se recuerda que el pasado 21 de marzo, en horas de la noche, la exprimera dama de la nación, Rosa Gómez de Mejía, murió luego de sufrir un paro cardíaco, por el cual tuvo que ser trasladada de emergencia a la clíica Abreu.

Decenas de personalidades han manifestado sus condolencias a la familia Mejía Gáomez.

El expresidente Leonel Fernández envió una carta dirigida al ingeniero Hipólito Mejía para expresar sus condolencias y resaltar los atributos de doña Rosa Gómez de Mejía, fallecida la noche del lunes.

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Anteriormente, Fernández se había pronunciado a través de redes sociales, aunque en esta carta quedó plasmado su muestra de pesar de manera más formal.

Representantes de partidos políticos y diversos sectores de la sociedad coincidieron en que con la partida de doña Rosa el país pierde una ciudadana ejemplar, que deja un legado de vida que los dominicanos deben imitar.

A raíz de la muerte de la Rosa Gómez, el presidente Luis Abinader emitió el decreto 132-22, mediante el cual declara tres días de duelo Nacional.

Del mismo modo, el Consejo de Regidores del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) declaró tres días de duelo municipal por la muerte de la dama.

La ordenanza además declara a Rosa Gómez de Mejía hija adoptiva de Santo Domingo y otorga un reconocimiento póstumo, por sus aportes como educadora a la niñez dominicana, a través del trabajo social que ejerció durante gran parte de su vida.