Último baluarte de lucha de los ecologistas

Último baluarte de lucha de los ecologistas

El hecho de que sacerdotes, y las izquierdas agrupadas en las distintas organizaciones populares cobijadas bajo la sombrilla ecologista no hayan protestado por el inminente asesinato de la Cordillera Central por parte del Gobierno si construye la carretera Cibao-Sur, es señal de que tan solo les queda el caso de Loma Miranda para seguir alimentando sus odios y amenazas, e incordiando al Gobierno con su persistencia de que declaren esa zona como un parque nacional.

Y es que si mostraron tanta agresividad para enfrentar a la empresa propietaria de los terrenos de Loma Miranda, que había planeado iniciar la explotación de los yacimientos de níquel de la zona, suspendidas por las continuas amenazas y marchas, se ha desplegado toda una artillería mediática de grueso calibre e intimidante, pero no han procedido de igual manera, y han ignorado lo catastrófico que sería para el país si el Gobierno hiere en sus entrañas los parques nacionales de la Cordillera Central.

Pese a que se ha demostrado, con datos fehacientes y verídicos, que Loma Miranda no ejerce influencia en la agricultura del valle de La Vega y que apenas de su cuenca solo produce no más de un metro cúbico por segundo del arroyo Jagüey, todavía se persiste en querer engañar a la opinión pública con aquello de las 200 fuentes de agua y los vientos beneficiosos que se desprenden de esa pequeña loma. Se persiste en querer engañar a la opinión pública repitiendo hasta el infinito una serie de mentiras técnicas, que para muchos, son verdades y las han enarbolado personas con criterios, pero, cegados por un populismo manipulado, que los lleva a defender una causa de gente que no quiere oír lo contrario a lo que ya han fijado en su mente como su verdad.

La campaña desinformativa ha sido constante y se han involucrado una serie de valiosos hombres de Iglesia, que uno creía que tenían un material pensante y que no podían ser narigoneados por una claque intelectual de izquierda, de comunistas arrepentidos y marxistas fracasados, que se han cobijado en la defensa del medio ambiente, en agrupaciones ecológicas, en que la chaqueta roja se ha cambiado por la verde de la defensa del medio ambiente.

Se han cobijado en la ecología, y por la abundancia de medios tienen cabida dándole una dimensión a sus verdades que apabullan a los más incautos, y hasta amedrentan a los inversionistas a la hora que quieran invertir en los recursos mineros nacionales.

La explotación minera de Loma Miranda es factible, si en verdad la Falconbridge cumple todo lo que ha establecido en sus promesas de buen vecino y protector del medio ambiente; para este caso ha establecido un programa de explotación responsable, lo cual debe aceptarse con un poco de dudas, al ver el tremendo daño ambiental que existe en Loma Caribe, en que no se ha reforestado ni el 20% de lo ya minado, y al igual en Loma Peguera, Loma Fraser, Loma Larga, Loma Guardarraya y Loma Ortega en La Vega.

Si la Falconbridge hubiese sido diligente y activa para reforestar, al menos un 40% de los terrenos ya minados, otro sería el comportamiento de la opinión pública, que ahora estuviera apoyando sus necesidades de más terrenos mineros y que se le permitiera explotar los yacimientos de Loma Miranda.

Esa empresa multinacional ha sido poco diligente para desarrollar un agresivo plan de reforestación de las áreas minadas, las cuales ofrecen un espectáculo de paisaje lunar, como se observa cuando uno va por la carretera a Constanza, y desde Casabito, se ve a Loma Caribe desolada y llena de los cráteres dejados después de extraer el mineral. La excusa esgrimida que a veces es necesario volver a terrenos ya minados para extraer un mineral que combine con otro de otra zona para lograr el porcentaje de ley para el niquel y pueda ser procesado en su planta de reducción.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas