Con su mascarilla para protegerse del coronavirus que una vez lo atacó durante la campaña, gafas de sol, un jeans azul, zapatos sport marrones y una camisa color blanco ajustada hasta el antebrazo, el presidente Luis Abinader inició este este domingo su periplo, el último de su estadía de tres días en esta provincia.
Primero encabezó un acto en la hacienda del empresario Roberto Espinal, en el sector Cienfuegos, donde asistió el director de la Junta Distrital de Santiago Oeste Eddy Báez. Allí degustó de un tradicional desayuno compuesto por mangú de plátano, yuca, revoltillo de huevos y salami.Una vez concluida la actividad, el mandatario dejó iniciado el programa nacional de reconstrucción de viviendas, también en el sector Cienfuegos.
Como era de esperarse, la gente del barrio estaba asombrada por la presencia del presidente Luis Abinader, más aun, al llegar en su impresionante carro Tesla, color negro. Aquí también prometió a una madre que vino desde Mao que habrá justicia en el asesinato de su hija.
Desde aquel lugar se dirigió al Centro de Recreo, en el casco urbano de Santiago. Salió de allí acompañado por un grupo de funcionarios y una multitud que lo saludaba y le tomaba fotografías desde las aceras y las tiendas, mientras caminaba por la calle Del Sol.
Su recorrido lo comenzó en la calle 30 de Marzo y concluyó con una parada en la Tienda La Sofía, próximo a la calle San Luis. Previamente había hecho una parada en la Tienda La Ópera.
El jefe de Estado estuvo acompañado por la vicepresidenta Raquel Peña, la primera dama Raquel Arbaje de Abinader, y los ministros administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza y de Salud Pública, Plutarco Arias.
También se mantuvieron al lado del mandatario la gobernadora provincial de Santiago, Rosa Santos, el gerente general de Edenorte, Andrés Cueto y el director general de Proindustria, Ulises Rodríguez. El gran ausente de la estadía de tres del mandatario en esta ciudad fue el expresidente de la República y alto dirigente del PRM, Hipólito Mejía.
A pesar de las altas temperaturas, el presidente Luis Abinader no parecía importarle. Olvidó su Tesla por un momento y disfrutaba el calor de la gente, algo similar de lo que vivió en la campaña electoral pasada.
La multitud vociferaba ya se acabó el abuso y la corrupción en el gobierno. Después de la caminata donde quemó varias calorías, el presidente Abinader acudió al Gran Teatro del Cibao, a la Segunda Brigada del Ejército de República Dominicana, ubicado en la Fortaleza Fernando Valerio.
Más tarde almorzó en la residencia de un empresario del sector tabaco, luego se reunió con la comisión provincial de empleos del PRM, y posteriormente visitó al conductor y productor de televisión Nelson Javier (El Cocodrilo), y una vez concluida su agenda se marchó a la capital dominicana. Abinader dijo que a Santiago ya le llegó el cambio y prometió que visitará la ciudad constantemente.