Hace más de cincuenta años, los científicos descubrieron cómo el exceso de azúcares puede afectar varios órganos y funciones del cuerpo humano a través del proceso llamado glicación. Esto ocurre en hombres y mujeres de cualquier edad y que tengan una dieta desbalanceada. La glicación está relacionada con los azúcares como la glucosa o la fructosa que ingerimos o que absorbemos a través de algunos alimentos. En el proceso de la glicación, la glucosa o fructosa, se unen a las proteínas como el Colágeno o la Elastina, abundantes en la piel, y esta unión no deseable, llamada glicación, deteriorara las fibras de la piel, estimulando el envejecimiento cutáneo.
Durante la niñez la recuperación de proteínas es más rápida y efectiva, pero a medida que pasan los años esta recuperación es mucho más lenta, por lo que aumentan las proteínas oxidadas y glicadas en todo el cuerpo, es decir; se acumula basura en los espacios celulares. Por más de 50 años, el avance en la comprensión del mecanismo químico de la glicación ha estado directamente vinculado con la ciencia y la tecnología alimentarias y de la salud además de la piel.
Importante
La glicación puede afectar el sistema sanguíneo, respiratorio y nervioso; dañar los tejidos conectivos y los ojos; y agravar la diabetes. En la piel, la glicación daña el colágeno causando la pérdida de elasticidad y uniformidad de la misma, lo que profundiza las arrugas y en envejecimiento cutáneo.