Últimos cartuchazos

<P>Últimos cartuchazos</P>

Los expertos en la conservación de la naturaleza nos hablan continuamente de “la biodiversidad”. Insisten en que veamos el orden natural como “un sistema”.  Los seres vivos requieren del concurso de todas las especies, vegetales y animales, para “apuntalar” mutuamente la supervivencia.  Los pájaros necesitan insectos; los insectos viven a costa de otros insectos y de algunos mamíferos.  Los parásitos actúan a partir de plantas o animales “anfitriones”.  Un periodista, amigo de trepar lomas y explorar cuevas, dice que la naturaleza es una cooperativa; a veces actúa a la fuerza, con energía feroz y destructiva; también puede operar “a la buena”, en una especie de acuerdo tácito.

 La diversidad que más atrae a este periodista es la que existe entre los seres humanos.  El mundo está lleno de tipos estrafalarios de todas clases; es un espectáculo más variado que un circo del siglo XIX; explica, sonriendo: hay bebedores-filósofos, borrachos agresivos o silenciosos.  Hay viejos amargados, viejos simpáticos, en perpetua actitud festiva; y además, viejos inmóviles que parecen  paralíticos o momias.  Solamente en estas dos “especies” –borrachos y ancianos”- la biodiversidad es enorme.   En el caso de los jóvenes la variedad es mayor aún; en lo que concierne a las mujeres las diferencias son infinitas.

 En la ciudad colonial de Santo Domingo reside un personaje de edad avanzada, muy popular, quien visita bares y asiste a tertulias, políticas y literarias; siempre opina sobre los asuntos que se debaten.  Al final de cada intervención suya suele añadir: “yo estoy tirando los últimos cartuchazos”.  Lo pregona en tono de excusa por ser hombre “en retiro”; en ocasiones parece esgrimir argumentos equivalentes a “estoy tan viejo que no me queda más remedio que expresar la verdad y únicamente la verdad”.

 Pero cuando menciona “los últimos cartuchazos” frente a un trago de whisky, la interpretación de sus palabras toma otros caminos.  Lo mismo ocurre cuando entran al establecimiento mujeres jóvenes y “bien formadas”.  En este caso él provoca estruendosas carcajadas.  Sin embargo, en el ámbito político, la frase: “estar tirando los últimos cartuchazos” no se entiende igual desde el gobierno que desde la oposición.  Al terminar el gobierno de Leonel Fernández el hombre reiteró: hay funcionarios “tirando los últimos cartuchazos”.

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