Últimos días de Seymour Hoffman, ¿crónica de una muerte inesperada?

Últimos días de Seymour Hoffman, ¿crónica de una muerte inesperada?

Philip Seymour Hoffman.

NUEVA YORK. El actor Philip Seymour Hoffman había vuelto a caer hace tiempo en su vieja adicción a las drogas pero nadie en su entorno pareció darse cuenta realmente de lo grave de su situación y sus últimos días fueron aparentemente una crónica de una muerte inesperada.

Hoffman, uno de los actores más talentosos de su generación y ganador de un Óscar en 2006 por su interpretación del escritor Truman Capote, fue hallado muerto por presunta sobredosis de heroína el domingo poco antes del mediodía en su apartamento en el West Village, un barrio bohemio chic de Manhattan.

El actor, de 46 años, se había separado hacía unos meses de su pareja, la diseñadora Mimi O’Donnell, madre de sus tres hijos (de 10, 7 y 5 años), y fue su ausencia a la hora de pasar a buscar a los niños por la casa que ambos compartían hasta entonces lo que llevó al descubrimiento de su muerte.

¿Qué hizo Hoffman en los días y horas previos a su muerte? ¿Con quién estuvo? ¿Adónde se procuró la heroína que supuestamente lo mató?

Los medios estadounidenses comenzaron a recopilar información de amigos y datos de la investigación policial para rastrear los pasos del actor, empezando por su visita una semana antes a un grupo de alcohólicos anónimos en Perry Street, en Greenwich Village, donde Hoffman dijo estar «ok», según el tabloide Daily News.

El jueves pasado, Hoffman fue visto cenando con una amiga en La Bonbonniere, un restaurante en la Octava Avenida. «Nunca lo había visto tan feliz. Comió una hamburguesa con queso deluxe y le mostró a la mujer todas las fotos de él que tengo en mi pared.

Estaba incluso cantando ‘la la la’ cuando pagó», recordó la manager Marina Corte, citada por el New York Post.

El viernes por la noche, el actor estuvo en el bar Highlands de la Calle 10 con tres amigos. «Parecía estar bien, solo un poco excedido de peso», contó un cliente, según el mismo periódico.

Su asistente, Isabella Wing-Davey, pasó esa misma noche por el apartamento de su jefe en el 35 de Bethune Street y no vio nada raro, de acuerdo con su declaración a la policía citada por CNN.

Seis extracciones de cajero automático por 1.200 dólares en una hora. Hoffman visitó el sábado por la mañana el Chocolate Bar, un café en la Octava Avenida al que iba seguido y donde tomó su habitual expreso cuádruple con hielo y un poco de leche.

Un poco más tarde se reunió con amigos en The Standard Hotel, un hotel de moda junto al río Hudson, todo esto según el New York Post.

En la tarde del sábado, el actor habló por teléfono con su asistente, quien tampoco notó nada raro entonces, y se cruzó por la calle con O’Donnell, su expareja, quien también dijo haberlo visto «ok».

Poco después de las 20H00, en el espacio de una hora, Hoffman efectuó seis extracciones de dinero en un cajero automático en el supermercado D’Agostino, en Greenwich Street, a la vuelta de su apartamento, según fuentes policiales citadas por el Daily News.

Un testigo afirma que en ese momento estaba acompañado de dos hombres con bolsos de tipo mensajería, que podrían haber sido sus dealers, aunque no hay ninguna cámara de seguridad que los haya registrado.

Un poco más tarde, sobre las 22H00, habló por teléfono con Mimi O’Donnell, quien dijo a la policía haberlo notado «drogado».

Nada se sabe desde ese momento hasta las 11H15 del domingo, cuando su asistente y un amigo, el guionista David Bar Katz, lo hallaron muerto en el baño de su apartamento luego de que O’Donnell los alertase por la ausencia de Hoffman a una cita a las 09H00 para buscar a sus hijos.

Wing-Davey y Katz llamaron al servicio de emergencia 911 a las 11H36. Nueve minutos más tarde, los médicos declaraban muerto a Hoffman.

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