Mi corazón se inclina reverentemente ante el deseo de escribir las breves líneas de hoy sobre la celebración del Día Nacional de la Comunidad Evangélica y Protestante este próximo 31 de octubre, según lo establece la Ley 331-09 propuesta por el autor de este artículo a su paso por el Congreso de la República. Sin embargo, la coyuntura histórica a la que asistimos me obliga a reflexionar sobre la reducción lamentable de los sectores liberales de nuestra nación y la supremacía que ejerce la ultra derecha dominicana al momento de tomarse las grandes decisiones en el país.
Un claro ejemplo de lo anteriormente expuesto es la influencia que en los distintos gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana ha tenido la ultra derecha, a pesar de que el PLD se define como una organización de centro izquierda. Contrario a la tesis de Fukuyama sobre el fin de la historia, en nuestra región han surgido nuevas manifestaciones y expresiones políticas que una vez alcanzan el poder, desarrollan agendas gubernamentales tendentes a fortalecer el patrimonio estatal, promover el desarrollo integral del ciudadano a través de medidas que garanticen el respeto pleno de los sagrados derechos humanos. Desafortunadamente, en República Dominicana la ultra derecha se ha fortalecido con la savia suministrada por gobiernos que debieron ser modelos de gestión liberal, pero optaron por vivir genuflexos ante los sectores políticamente más conservadores de la nación. Tanto así, que muchos de los detractores del profesor Juan Bosch y de su pensamiento liberal han sido designados en posiciones de primera durante los distintos gobiernos del PLD y desde ahí han logrado imponer, de manera incomprensible, a representantes del conservadurismo en todas las instancias de toma de decisiones transcendentales de la nación.
Siempre recuerdo el siguiente consejo recibido en sentido figurado durante mis estudios de ciencias políticas en una importante universidad europea: “antes de salir de su casa en la mañana, consuma una taza de heces fecales. Con esto, nada de lo que hagan los políticos durante el día le será más repugnante”.