POR ODALIS MEJIA
El 23% de los estudiantes de la Educación Básica de Adultos (EBA) abandonan las aulas, según estadísticas de la Secretaría de Educación provenientes de 40 centros del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo que aplican esa modalidad. Mientras que en el programa semipresencial o a distancia de bachillerato PREPARA la tasa de deserción escolar se encuentra en un 9%.

Tales datos se desprenden del documento de Implementación de la Modalidad Semipresencial en Educación Básica de Jóvenes y Adultos y la ordenanza que reglamenta este subsistema, aprobada por el Consejo de Educación el pasado 22 de agosto.

Según este documento el perfil de los estudiantes de la EBA se hace cada vez más complejo dado los requerimientos de la sociedad del conocimiento y la tecnología que demandan de estos sujetos mayor ocupación laboral y una mejor formación que les permita competir en el trabajo productivo.

A esto se le suma las responsabilidades familiares y sociales de los estudiantes adultos que asisten a las aulas luego del trabajo o de las ocupaciones domésticas, situación que fomenta la deserción.

También se subraya que la población adulta ha estado marginada parcial o totalmente de los servicios educativos formales y no formales, por lo que se hace necesario aunar esfuerzos para desarrollar programas de educación de segunda oportunidad, ajustados a los nuevos retos y complejidades de la sociedad actual.

“En ese sentido reconocemos que los beneficiarios del programa EBA son cada vez más vulnerables, tanto en la deserción escolar como a la exclusión en actividades laborales productivas, lo cual dificulta afrontar con la efectividad necesaria, los retos de la pobreza”, señala.

Esta realidad llevó a las autoridades educativas a reestructurar las EBA en un programa semipresencial con una oferta mejorada y un currículo enriquecido y contextualizado, según explicó Susana Michel, directora de la Dirección General de Educación de Jóvenes y Adultos.

Señaló que en este año escolar se inició la aplicación de la modalidad semipresencial para el tercer ciclo, es decir el octavo grado, a través de la cual los estudiantes sólo acuden a las aulas dos días a la semana por seis horas en horario nocturno.

Indicó que la implementación de esta modalidad será gradual, por lo que los demás ciclos se integrarán por año, hasta completar la cobertura oficial.

Apuntó que es necesario presentar una oferta educativa flexible para que aquellas personas que por causas diversas no pudieron completar su educación básica en el tiempo requerido, pero que son parte del mercado laboral.

Resaltó que la nueva propuesta busca hacer más atractivos e idóneos los procesos y programas de adultos a través de esquemas ajustados a las características  reales y actuales de esa población de modo que represente una verdadera segunda oportunidad y les permita asociar una educación a la vida, el trabajo y la participación comunitaria.

Dijo que el currículo de educación de adultos establece la semipresencialidad, en el entendido de que el estudiante adulto tiene razones motivaciones y cognitivas que le facilitan el autoaprendizaje, teniendo al maestro como guía.

Manifestó que uno de los rasgos más importante de esta modalidad es que se fomenta en el constructivismo, es decir, la aplicación del conocimiento a parir de realidades sociales concretas.

Según la nueva ordenanza de la educación básica de adultos el currículo en la modalidad semipresencial será impartido en un período de 10 meses con un total de 44 semanas.