Un 45.7 por ciento de la población dominicana vive en condiciones de vulnerabilidad económica, ya que tienen riegos particulares de caer nuevamente en situaciones extremas de pobreza.

Así lo revela el Informe sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe “Progreso multidimensional: bienestar más allá del ingreso”, elaborado por el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual fue presentado ayer a través de una video conferencia en la oficina de ese organismo internacional en el país.

La oficial de la Unidad de Desarrollo Humano Sostenible del PNUD en el país, Melisa Bretón, destacó que el informe indica que República Dominicana muestra en sus pirámides indicadores muy similares a los de la región de latinoamérica y el Caribe, debido a que arroja una reducción de la cantidad de personas pobres durante los últimos 14 años y un ensanchamiento de los grupos vulnerables.

Puntualiza que de acuerdo al informe, si bien el aumento de los grupos vulnerables corresponde a mejoras en aspectos sociales, permanecen riegos intrínsecos en esa población que si no son atendidos pueden muy rápidamente volver a caer en la pobreza.

Destaca que no solo el ingreso va a resolver esos problemas, debido a que en adición existen exclusiones que van más allá del ingreso. Entre ellas cita la desigualdad de género, violencia contra la mujer, discriminación contra grupos indígenas o afro descendientes, entre otras.

En tal sentido, el informe hace propuestas de hacia dónde puede avanzar un país para corregir el hecho de que las personas que han transitado o escalado hacia un mejor nivel de vida no vuelvan a caer en situaciones de pobreza. Plantea como soluciones básicas para apoyar a las personas que están en riesgo de vulnerabilidad política de protección social más amplias, que no solo impliquen transferencias, sino también de pensiones, es decir, que sean a lo largo del ciclo de vida.

Además la expansión de sistemas de cuidos. Apunta que en el caso de República Dominicana los hogares tienen una mayor probabilidad de mantenerse o caer en pobreza cuando tienen miembros menores de cinco años y mayores de 65, por lo que es necesario crear centros de cuidados que atiendan a niños de primera infancia y a envejecientes.

El tercer elemento que propone el informe es todo lo relacionado a la calidad del mercado laboral, al destacar que en la región dos de cada tres empleos que se crean son informales.

También sugiere un mayor acceso a activos fijos y financieros, es decir, que las personas puedan tener una cuenta de banco, una casa, un vehículo, entre otro bien material que sirva como un “colchón” ante cualquier eventualidad económica.