Un abuso

Un abuso

Ochenta y dos años de edad, enfermo, con pocos recursos para finalizar sus días. Es Adolfo Pérez, un pobre anciano que tras laborar en brigadas de limpieza de los ayuntamientos del Distrito Nacional y Santo Domingo Oeste, clama por justicia.

El drama de este señor radica en que, según narró, fue cancelado por el Alcalde del Municipio Santo Domingo Oeste, señor Francisco Peña hijo, Francis, cuando se produjo un aumento de salario a los miembros de las brigadas de limpieza  en que laboraba, los que fueron llevados a ganar RD$6,000.00, mientras a él se le otorgó una ayuda de RD$2,000.00.

Ocurre, sin embargo, que las ayudas se pagan días después del pago de las nóminas regulares de la corporación edilicia, y cuando existe la necesidad de hacer recortes, por ahí, por las ayudas, es que se corta primero. Asimismo, el señor Pérez fue despojado de su carnet del seguro médico, y el beneficio del salario trece, o sea la regalía pascual.

Acongojado y lloroso, nos mostró las certificaciones que avalan su paso por las alcaldías del Distrito Nacional y Santo Domingo Oeste, y dijo que no se le ha otorgado los beneficios derivados de la Ley 41-08, que según el Artículo 60 refiere: Los empleados de estatuto simplificado contratados con más de un (1) año de servicio en cualesquiera de los órganos y entidades de la Administración pública, en los casos de cese injustificado, tendrán derecho a una indemnización equivalente al sueldo de un (1) mes por cada año de trabajo o fracción superior a seis meses, sin que el monto de la indemnización pueda exceder los salarios de 18 meses de labores.

Dicha indemnización será pagada con cargo al presupuesto del órgano o entidad respectiva. El cálculo se realizará con base al monto normal del último sueldo..

Pero no sólo al señor Adolfo Pérez ha violado sus derechos a estas indemnizaciones el señor Alcalde del municipio Santo Domingo Oeste, sino que, según los informes, a ninguno de los empleados y trabajadores cancelados, luego de las elecciones del 2010.

Grupos de ex trabajadores han realizado protestas, sin embargo, han resultados maltratados por agentes policiales que ha solicitado el señor Síndico.

Para poder mantenerse, el señor Adolfo Pérez ha tenido que recurrir a la recolección de botellas vacías. Realmente la situación este pobre hombre da pena y es lo que se llama un verdadero abuso.

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