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Augusto Alberto Danery Andújar, uno de los 22 incriminados del asesinato de siete colombianos en Paya, Baní, caso que envuelve un tumbe de 1,300 kilos de droga, se convirtió ayer en el primer acusado en negociar con el Ministerio Público en el juicio de fondo, asumiendo su culpabilidad de lavado de activos para que se le reduzca la condena a tres años.
El acuerdo se materializó en la mañana de ayer con los fiscales que investigaron la matanza, en la audiencia de fondo en el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional. Andújar procura que se le suspendan los dos años que cumplirá de preso el día 8, por el crimen ocurrido el 4 de agosto de 2008, en la comunidad de Ojo de Agua, Paya, Baní.
Las autoridades le atribuyen ser testaferro del presunto cabecilla del grupo de traficantes de droga, el colombiano Darío José Atencio Vargas (El Don, El Jefe), uno de los siete asesinados. A través de su abogada, Cecilia Sánchez, Andújar planteó su petición. Sin embargo, proclamó su inocencia de los cargos de asesinato.
Este hombre suele permanecer en la audiencia en silencio y con rostro de preocupación. Habla poco, pero cambia de actitud cuando se le pregunta por su hija de dos años, la que asegura que está bien.
Renuncia a ser víctima sobreviviente. Orin Clinton Halford Gómez, quien era considerado el único imputado sobreviviente de la matanza de Paya, desistió formalmente de su calidad de querellante, por lo que el juicio queda sin la prueba que constituía la víctima que estuvo presente en la matanza. Halford Gómez, oriundo de Nicaragua, es identificado como uno de los hombres que vino a República Dominicana a traer la droga que habría desencadenado el suceso.
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Acogen petición
Los jueces Alina Mora, Natividad Santos y Rafael Pacheco acogieron la petición del abogado William Garabito para que se les permita usar el anticipo de las pruebas con los testigos, como forma de comparar las primeras declaraciones con las que ofrecen en esta fase. Fue el tercer incidente conocido por los jueces en la vista de ayer. Garabito procura que los testigos, en su mayoría investigadores de la MDG, tengan que referirse a las primeras declaraciones que ofrecieron a los oficiales que estuvieron al frente del caso.
